Por Manuel Estévez

Se dice que las todas historias ya están contadas y que los arquetipos están diseñados. La mujer mayor incomprendida y prisionera de un papel que no le agrada del todo y se refugia en los brazos de un joven amante, suena muy familiar. En la película El Amante o Yo soy el Amor, la historia está contada desde los sabores, texturas, objetos, arquitectura en una bella narración, en la cual existe una fuerte interacción entre los personajes de carne y hueso y su entorno, brindando un deleite permanente a los sentidos.
La comida, las cortinas, el vino y las paredes son testigos y protagonistas de esta interesante película del director, guionista y documentalista Luca Guadagnino que cuenta con la participación muy relevante de la ganadora del Oscar Tilda Swinton (Narnia, Benjamin Button, Adaptation y Flores rotas, entre otras), quien debió aprender a hablar italiano y ruso para realizar esta interpretación.

Esta cinta tiene un manejo muy especial de los planos, el tiempo y los hechos en sí, dejando al espectador la deducción de varios detalles de su trama. Brinda especial relevancia al yo interno de cada personaje, sus fetiches y pensamientos más íntimos captados por la cámara desde los puntos de vista más insospechados.
