Jazz al parque 2011

Por Manuel Estévez

El público asistente al festival. Fotografía Gina Navarro

Asistí con mucho interés a la primera fecha del Jazz al Parque, tenía interés en ver cómo se está desarrollando la movida jazzística en nuestro país, el año pasado me fue imposible asistir. De entrada me parece que el lugar, cerca de Unicentro, es distante del centro de la ciudad y si bien el escenario es mucho mejor que el del Parque el Lago y puede albergar una buena cantidad de personas, toma tintes de ser un tanto “chirriado” y “divinamente” lo cual aleja un tanto al grueso del público de esta escena que tanto lo necesita. Mucha gente parecía ir a un juego de canasta y no a un festival al aire libre de música en un parque. Sin embargo fue agradable ver una gran cantidad de gente muy joven en el evento.

El DJ Sp@cio de la banda chilena Cómo asesinar a Felipes. Fotografía por Gina Navarro

Pero bueno a lo mío, lastimosamente no alcancé a ver a la talentosa cantante Gina Savino, una lástima pues la admiro bastante, entre otras propuestas que me perdí. Llegué a ver a la banda chilena Cómo Asesinar a Felipes, la cual me gustó en lo propositivo, pero no completamente en lo musical, realizan una fusión de Rap, Rock y Jazz, siendo muy bueno que la gente vea, escuche y entienda la íntima relación de estos géneros, hermanos en sus raíces, lo cual saca al jazz de ese elevado umbral en el que mucha gente lo ubica. El manejo de samplers es muy acertado y la presencia escénica de su vocalista buena. Además, me gustó ver a varios hoppers siguiendo a la banda.

Luego se presentó la banda Garujazz, ya con un largo tiempo de existencia y con músicos tan reconocidos como “Tacha” Barrera, Jose Madero y William Rojas. Su propuesta de dos bajos llegó a su clímax con un duelo de cuerdas entre Barrera y José Noel Petro, el cual emocionó al público asistente. Una agrupación versátil entre el jazz  y la música colombiana y con una sólida base de experiencia y dedicación al género.

Dieguito valdés en Jazz al parque. Fotografía Gina Navarro

Posteriormente, presencié lo que más me gustó, la presentación del cubano Dieguito Valdes, este bajista radicado en Colombia interpretó en su mayoría repertorio propio, complementado con su versión de «The Chicken» de Jaco Pastorius o «el pollo» como él la llamó. Interpretaciones con calidad musical, aceptación del público  y mucho sabor de este artista con varios trabajos publicados.

John Scofield en su presentación en jazz al parque. Fotografía Gina Navarro

Al cierre el gran maestro John Scofield, con una propuesta muy sobria y la belleza del fraseo en la guitarra llevada a un nivel muy alto. Scofield, es junto a figuras como John Mclaughlin o Django Reinhardt, leyenda de este instrumento en el género y fue un honor ver su presentación.  Su carisma se transmitió en cada uno de los temas que interpretó, así como su limpieza y buena técnica la cual perfeccionó tocando con músicos como Miles Davis. Muchos chicos que venían a verlo se agolparon al frente para no perder detalle de su presentación, lo cual no agradó al público de más edad que estaba sentado.

Así se terminó una tarde muy agradable, matizada con música, un rico pedazo de pizza, gente bonita y por supuesto el frío clima de Bogotá y su escena jazz en constante crecimiento y diversificación pero a la cual le falta masificarse y ser entendida como la de la música popular del S. XX.

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