Red Social

Por Manuel Estévez

Delfín Quishpe. Fotografía tomada de http://www.taringa.net

Las redes sociales aplicadas a la música han cambiado la forma en que percibimos y nos acercamos a los artistas, y sumadas a las radios web, los blogs y podcasts, han mostrado un camino más libre de difundir música por todo el mundo. La autogestión o la total dependencia del mercado son válidas en esta forma de difusión sin reñir entre sí. Casos como el de Arctic Monkeys que se dio a conocer de la mano de Myspace (lo cual posteriormente generó una batalla legal) o el de Arcade Fire, quienes solo hasta hace muy poco vinieron a sonar en radio comercial, liderando los listados de la Revista Bilboard, son definitivamente muestras de la importancia mediática de la internet.

Cuando Youtube se popularizó fue una bonita manera de recordar videos y compartir buenos momentos con los amigos, una manera universal de compartir videos y una red social. Videos de mala muerte eran objeto de burla y sus desastrosas canciones, presencia y mala calidad, un divertimento cuando se acercaba el amanecer al final de la rumba; además,  para muchos se volvió una obsesión hallarlos y mostrarlos, en una señal inequívoca de falta de oficio.

El meollo es que de tanto reírnos de esto nos aprendimos la letra, las compartimos y difundimos al punto que ahora estos productos son consumidos ávidamente por el público, el cual se excusa diciendo que lo hace por burlarse. Ya menuda sorpresa tuvimos con Wendy Sulca quien agotó las localidades del festival centro días antes de su presentación y la gente salió feliz, muchos supuestamente sólo se iban a burlar. Me tacharon de godo, de aburrido y de pasado de moda, yo me prefiero así, en las imágenes de este evento vi una niña cantar como si algo le doliera, en el marco de un espectáculo, que en general, era digno de un bazar de barrio.

Ahora el próximo concierto del Delfín Quishpe con sus tristemente célebres “Torres gemelas” y animado por la inolvidable Doña Gloria, creo que toca fondo, puede ser un mero gadejo mío propendiendo por las buenas costumbres, pero pagar por ver a un payaso burlarse del 11 de septiembre y fuera de eso poner a esta señora que es capaz de decir groserías que ni siquiera razono, habla de un pueblo que le gusta la violencia y las ramplonerías, es el gusto de la gente y lo respeto; sólo digo que ojalá las redes social tuvieran un uso que beneficiara a los verdaderos artistas e hiciera falta un poquito más de esfuerzo para que nos vendieran tanta basura.

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