Por Manuel Estévez

Un tarde del año 91 estaba reunido con varios amigos, era lunes, había un programa de videos y lo vimos, recuerdo ver ‘Muévete’ de Estados Alterados y luego ver uno que me desconcertó, era REM con ‘The One I Love‘, yo recordaba haber escuchado la canción antes, pero me cautivó y ese poderoso riff de guitarra me conmovió para toda la vida.
Luego se popularizó el que yo llamé el «punk de Ohio» y muchas bandas como Toad the Wet Sproked y Violent Femmes empezaron a radiarse en plena ola Grunge, pero los atenienses seguían liderando. Sus aportes a los noventa fueron maravillosos discos que nos dejaban suspendidos en el tiempo y que nos ubicaban en una gasolinera en Kentucky y luego nos llevaban a algún lugar en el Hi Fi, como en una película de los hermanos Cohen. El emblemático himno “Losing My Religion”, fue una canción que unió generaciones y seres humanos, hay muy poco gente mayor de 25 años que no la conozca. Oh life it´s bigger, bigger than me, cantó hasta Bill Clinton, seguidor de la banda.
Micheal Stipe es un carismático frontman que vivió en el misterio siempre de su ambigüedad sexual, su presunta enfermedad, su ayuda a la depresión de Thom Yorke, sus devaneos amorosos con Kurt Cobain y su confesa obsesión erótica por Trent Reznor. Mike Mills, bajista, y como dijera Eddie Veeder, “el arma secreta del éxito de la banda” con sus potentes coros. El guitarrista californiano Peter Buck, sencillo en el fondo pero complejo en su interpretación; melodías simples pero de gran trascendencia y precisión de reloj suizo. Y vale mencionar a Bill Berry, pasajero detestable de avión pero gran baterista, que abandonó la banda para estar con su familia y buscar descanso de sus numerosos brindis.

REM y dos botellas de Jack Daniels fueron la mejor excusa hace unos años para disfrutar un concierto en el horrendo Coliseo el Campín, donde apenas se distinguía una canción de otra. Qué señor es Micheal Stipe, qué manera de bailar, de darlo todo al público y de hacernos sentir vivos. Aún recuerdo como lloré en “Man On The Moon”, me sentí transportado a un lugar lejano, no físico sino espiritual, dónde podemos reclamar y ser escuchados, dónde ser joven vale la pena y todo con un rápido movimiento del ojo. Adiós REM.

[…] más influyentes del rock alternativo en Estados Unidos: REM y Sonic Youth. Ya hablamos de REM en Un Rápido movimiento del ojo, ahora es el turno del incierto futuro de Sonic Youth tras la oficialización del final del […]