Por Manuel Estévez

La interdisciplinariedad es un concepto contrario a la superpecialización pero en la música pueden ser complementarios. El auge de la música independiente y la tecnología han convertido a las bandas en individuos aislados que realizan todo el trabajo.
Las bandas tradicionalmente han sido pequeñas dictaduras donde un tirano escogido por su visión o autoridad lleva el rol compositivo o direccional de un conjunto, casos famosos como el de Jay K quien firmó un contrato con una disquera a escondidas de sus compañeros de Jamiroquai y pasó de ser su compañero a su jefe, o The Cure, es claro que Robert Smith no necesita una carrera en solitario. Sin embargo, estos personajes deben ser complementados por otros que hacer labores especializadas.
Los artistas por integrales funcionan en colaboración porque es muy complicado que alguien componga, grabe, produzca, diseñe, tome fotos, comercialice, mercadee, venda, organice y maneje en un producto musical. Para que una banda sea funcional y sea una empresa, debe haber gente idónea para cada uno de sus cargos. Ojo, música independiente y autogestión no equivale a fotos mal tomadas, discos mal mezclados o músicos incomprendidos en un sótano (Ver https://revistaculturalsono.wordpress.com/2011/08/26/la-muerte-del-artista-incomprendido/).
Muchos artistas dependen de otros, qué hubiera sido de Elton John sin el compositor Bernie Taupin; David Bowie sin Lindsay Kemp, maestro de teatro y a quien le aprendió el arte que lo hizo rico; Depeche Mode sin Anton Corbijn, director de sus videos más célebres o The Beatles sin Brian Epstein, su promotor artístico al inicio, es más, que hubiera sido de los Stones sin Yoko Ono quien acabó con la competencia.
Debemos ser claros en hallar nuestra vocación y aplicarla con dedicación, de igual manera conformar un grupo de trabajo en el cual podamos complementarnos y aportar lo mejor de cada uno. Independiente no es sinónimo de barato, si no pregúntenle a Zoe o a 69 Nombres cuánto vale trabajar con Phil Vinall como productor, hay que meterse la mano al dril necesariamente y trabajar para que la música y todas sus artes afines crezcan con calidad y estilo.
