Se acaba el año, vienen las lágrimas, los guayabos, las uvas, en fin, todo lo nos mueve, nos prepara y también nos queda para siempre guardado en el disco duro. Como director de SONO, no me quedan más que agradecimientos con la vida, los amigos y el arte que semana tras semana sirvieron de inspiración para trabajar duro por una causa en la cual creemos: la honestidad artística, esa que hace diferentes los productos entre sí, y que queremos divulgar a nuestro lectores en busca de generar criterios y puntos de vista en torno a este tema.
En nombre mío y de Gina Navarro, mi amiga, socia, fotógrafa y conciencia, les deseamos un feliz fin de año y que el 2012 sea tan bueno como se presenta desde este momento. Esperamos poder seguir colaborando en hacer un mundo mejor, manteniendo el camino que en estos seis meses de existencia hemos podido construir con dedicación, humildad y sentido humano, siempre teniendo maestros tan especiales como lo han sido todos ustedes.

