Por Manuel Estévez

He ido perdiendo la credibilidad en el fútbol, el ciclismo y la industria musical. Corrupción, doping y el afán de dinero y la mediocridad me han alejado de mis pasiones. La segunda semana de febrero fue triste. Murieron el gran maestro colombiano de la guitarra Gabriel Rondón, el argentino Luis Alberto ‘El Flaco’ Spinetta, el salsero Jimmy Sabater y la cantante Whitney Houston. Además se entregaron los premios Grammy y mi decepción continuó, no sólo hacia la industria, sino por la posición que mucha gente tiene al respecto.
Me admiró escuchar que el premio a Foo Fighters fue celebrado en twitter como un gol de la Selección Colombia frente a España. En mi opinión personal el actual Foo Fighters es una evolución aburrida de los que fue cuando empezó y Dave Grohl parece político en campaña (sale hasta en la sopa). Reconozco en Grohl a un gran baterista, un tipo con carisma, poderoso en vivo y muy creativo, pero ya estuvo bien. Creo que la banda se vendió al pop rock y que la evolución fue hacerse “audibles”, perder el toque punk, la ira y hacer baladas con sonido “indie” y campechano. Obviamente a la prensa “especializada” se le llena la boca diciendo que son la mejor banda del mundo y eso hace que muchos lo crean. Igual no me imagino cómo se realiza esta competencia y dónde.
Hace unos días hablaba con un amigo de su aburrimiento con los fans de Trent Reznor, ni siquiera con el artista, con sus fans, que le atribuyen verdad absoluta en lo que dice y hacen un culto de su música. De no ser por enloquecidos fans no habría productos tan vergonzosos como Justin Bieber o el mismo Enrique Iglesias, pero claro todos tienes grandes campañas de marketing detrás. Y hoy en día hablar de uno u otro es lo mismo, todo es pop y punto. Por ejemplo reconozco a Muse como un buen trío musical pero me cansa que la gente crea que Matthew Bellamy es un Dios sólo porque usa un pad de efectos pegado a su guitarra y hace toda esta teatralidad a su entorno. Me recuerdan mucho a los virtuosos pero tediosos Emerson Lake & Palmer que como chisme les cuento que el Sr Moog detestaba. Esto por hablar sólo de música y no recordar ejemplos cinematográficos como Harry Potter, Crepúsculo (Blade has lo tuyo por favor) o El Señor de los anillos.
En fin, todo esto conduce a lo de siempre. Los músicos son buenos, nadie les ha regalado nada. Son, en algunos casos, los egos, las tonterías y el desconocimiento de la prensa y los fans los que acaban con la chispa en las bandas y los traen a la fuerza en el Mainstream. A muchos se les olvida quienes son los artistas y por intereses de diversa índole se montan un imaginario celestial, obviamente con ellos creyendo ser parte del cuento. No vendemos dentífrico, somos promotores culturales diría yo.
Adjunto video de canción vieja de Foo Fighters del primer disco como argumento de mi afirmación. Cuando se notaba que había exmiembros de Nirvana y The Germs
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De todo lo que leí, no mas rescatable es «Blade has lo tuyo por favor». Seguiré leyendo espero hay algún día vuelvas a creer en la música y evolucionar.