Por Manuel Estévez y Gina Navarro.

El cantante estadounidense Saul Williams brindó una generosa charla en el teatro Arlequín. Revista Cultural Sono tiene el gusto de brindarles algunas frases de este poeta, actor, escritor y músico. Además muy gentilmente recitó un fragmento de su poema ‘Childen Of The Night’, basado en la novela ‘Terranostra’ de Carlos Fuentes y del hecho de convertirse en padre, tardó un año escribiéndola y lo hizo mientras viajaba por Centroamérica.

Vea las fotos de Gina Navarro de la charla acá.

“No hablo mucho de mi influencia americana, pero mi madre fue sacada de emergencia de un concierto de James Brown para darme a luz, Es una historia real”.

“La música me ha permitido conectarme con otras culturas, decir lo que creo,  las cosas acerca de los tiempo en que vivimos y además tomar la temperatura de la gente que me he ido encontrando”.

“No conocía el Festival Rock al Parque. Es la primera vez que me presento como músico en Sudamérica, en Brasil recitaba poesía.”

“En Europa me siento exótico, en las Américas no. Las siento completamente como si fueran mi hogar”.

“La Diáspora es el movimiento de personas y culturas sobre el mundo” (Es una palabra que utiliza mucho y que no teníamos claro que significaba).

“Nunca tengo expectativas del público antes de un concierto. Mi música tiene actitud Punk Rock es como jódete si no te gusto”.

“La primera vez que actúe en Australia noté que no había aborígenes y se me hizo raro porque siempre salían en National Geographic. Durante todo el concierto tuve visiones de las masacres y todo lo que había sucedido allá. Usualmente me guardo esas cosas para mí, pero lo más emocionante  al subirme al escenario es ver las caras de las personas. Mientras la gente se ocupa viéndome, yo me ocupo viéndolos a ellos”.

“Es tremendo estar en un escenario en Swaziland (Sur de Africa) y saber que 44% de la población son positivos de VIH y el 12% son huérfanos. No tengo nada que decir ellos, todo el mundo se portó de una hermosa manera. Son esas historias las que me hacen interactuar con la gente”.

“Cuando me hablaron de venir a Colombia, pensé en cocaína y dije: va a ser una gran fiesta (Risas). Hay que romper esos estereotipos y por eso estoy acá”.

“La mejor forma de conocer un país es ir a la casa de alguien”.

“Soy un afortunado por tener un pasaporte en mi país, sólo el 14% de la gente lo tiene. Creemos que somos el centro del mundo y no nos interesa lo que sucede en otras partes”

“No hago música por que sienta que tengo algo que decir. La hago porque hay música que me gusta bailar y no quiero que otra gente la haga por mí. Una vez la hago, necesito algo de decir y no quiero quitarle tiempo al oyente diciendo cosas que no valen la pena”.

“Fui padre a los 24 años, antes de firmar cualquier contrato disquero o literario, no puedo cantar cosas como “Shake that ass”, no quiero que mi hija escuche algo así”.

“Lo bonito del teatro es que la gente escribe películas para ganar dinero, pero nadie escribe una obra para ganar dinero, no hay dinero en el teatro. Uno se forma con escritores auténticos que siempre están tratando de decir algo importante”

“Cuando empecé a actuar me ofrecían papeles de vendedor de drogas o del negrito chistoso que acompaña al galán blanco. Eso no me interesa. Me gustaría interpretar al médico que cura el cáncer”.

“La música de Bjork me parecía muy rara y estuve investigando la escala tonal de Islandia, ella no le gusta a los europeos por no ser suficientemente exótica para su gusto. A la gente le gusta explotar el exoticismo”.

“Una vez escuché la canción de Shakira de la Copa Mundo, y aunque es putamente pop, sentí que hablaba de ella misma. Esa es la diferencia con Paul Simon que se cree negro por cantar con africanos y usar ritmos de la región, pero sigue siendo el hombre blanco, que hace su parte de hombre blanco tomando partes de la música africana”.

“El Hip Hop me ha desilusionado. Todos se volvieron Gansters y se estancaron. Ya era hora de estar sampleando a Bad Brains o estar rapeando sobre la música de Mars Volta”.