El Cartel de los sapos, las dos caras de la moneda.

Por Manuel Estévez

Fotografía cortesía Cine Colombia

Se estrena la película ‘El Cartel de los Sapos’, dirigida por Carlos Moreno (Perro come perro), una cinta basada en el libro del mismo nombre y que recurre a los mismos personajes y actores de la serie de televisión. Cuenta la historia de ‘Fresita’ (Manolo Cardona) y su vida dedicada al narcotráfico, con todo lo que esto conlleva. El elenco además tiene la participación de Diego Cadavid, Robinson Díaz, ‘El Flaco’ Solorzano, Juanita Acosta y de artistas internacionales como Kuno Becker, Pedro Armendáriz y Tom Sizemore.

Es importante el esfuerzo de producción que se realiza en esta película, con locaciones en Colombia, México y EU. Tiene una cinematografía limpia y hay un buen manejo del color. Lo más importante, es la moraleja que deja como historia social y su negativa crítica al negocio del narcotráfico, en el cual se puede pasar de príncipe a mendigo en cualquier momento. Es una historia amarga, que muestra la realidad de ser narco y no esa falsa fábula que algunos han creído. Los ideales de familia, tranquilidad o lealtad desaparecen y se convierten en una pesadilla.

La parte musical está integrada por agrupaciones locales exclusivamente y es importante que nuestros artistas vean en las bandas sonoras una forma de difundir su arte. Niche, Dejuepuchas, Diva Gash, Bomba Estéreo, Purple Zippers y otros, sonorizan esta película. Su cinematografía me recordó momentos importantes del cine de acción y está en términos generales bien lograda.

Es una producción con una narración continua, pero con vacíos en su desarrollo. El doble teaser del principio hace que lo que arranca muy bien pierda fuerza. El papel de Cardona se debilita con su reiterativa ambivalencia entre niño bueno y narcotraficante, la cual se hace sosa por momentos. Y el final se presenta de forma muy apresurada, como dirían por ahí, por sustracción de la materia. Es un reflejo de la Colombia que no me gusta y que espero cambié y tenga otras luces.

Ha habido resistencia a la película especialmente en dos aspectos: El tema que mucha gente considerada trillado y estereotipado y su postulación como película colombiana en la carrera para los premios Oscar. Creo que no es estimulante ni hace apología al narcotráfico o a la prostitución, es más lo que el protagonista sufre que lo que disfruta de su fortuna. En cuanto a lo segundo si tengo un pero y es que hacer una película internacional no es hacerla como si hubiera sido filmada afuera, es mostrar a Colombia, lo cual es mucho más interesante y seguramente llamativo a la hora de seleccionar una película en el extranjero. El cine de autor o de país puede tener más efecto. Pero es sólo mi opinión,  véanla y me cuentan si se parece a la suya.

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