Por Manuel Estévez

La productora Ojo de Huracán nos presenta su primer largometraje ‘Apatía’, una película enmarcada dentro del estilo del Roadmovie o película de carretera, una narración contada a través de un viaje y las transformaciones que genera en los personajes. Hablamos con Arturo Ortegón, Director y guionista y Andrés Antonio Pérez, Diseñador de producción sobre la producción, el estado del cine nacional y sus influencias para realizar este trabajo.
Fotografía Cortesía Prensa Apatia
Revista cultural Sono ¿Qué es una Roadmovie?
Arturo Ortegón Es considerado un subgénero de la narración cinematográfica pero nosotros lo concebimos como un vehículo de la narración cinematográfica que permite contar historias de diferentes géneros. Es heredero de la literatura, del viaje iniciático del héroe en ‘La Odisea’. Es un buen vehículo para mostrar un punto de partida, uno de llegada y la transformación de los personajes.
RCS ¿Qué antecedentes podemos encontrar en Colombia de Roadmovie?
AO En las últimas décadas ‘Apocalipsur’, ‘Retratos en un mar de mentiras’, ‘Cuando rompen las olas’, ‘Sofía y el terco’. Elementos del Roadmovie han estado presentes en la cinematografía colombiana desde hace mucho tiempo con el cine de Gustavo Nieto Roa en películas como como ‘El Taxista millonario’ y ‘Esposos en vacaciones’. Está Dago García, el rey midas del cine nacional, con ‘El Paseo’, la película que más espectadores ha hecho en nuestra historia.
RCS Ustedes tienen un background importante de Roadmovies ¿Qué elementos tomaron de estas películas para hacer su trabajo?
Andrés Antonio Pérez Lo que buscábamos era recopilar varias historias que conocíamos por medio de amigos y conocidos. Hay muchas influencias por ejemplo ‘París, Texas’ (Win Wenders), a mí me gusta mucho ‘Western’, una española; ‘RoadTrip’, una película gringa de carretera y no conocemos una anterior a ‘El Mago de Oz’, donde los personajes tiene distintas estaciones y cada personaje está buscando algo particular y finalmente no encuentra lo que buscaba sino lo que merecía.
RCS Según el comunicado de prensa usted es actor, director, productor y además hizo la música ¿No es mucho lío hacer tantas cosas?
AO Yo creo que en papel suena un poco exagerado. No es que tengamos papeles definidos sino que Ojo de Huracán es una sociedad de 5 realizadores y la vez 5 toderos. Si nos ponemos a sumar los cargos también estoy de chofer, de mensajero, en Colombia todo el cine es independiente uno tiene que ponerse más de un sombrero porque no hay cómo pagar a toda la gente que necesita una producción de verdad. Un operario técnico en Colombia tiene que hacer el trabajo de diez personas en una producción gringa. Yo no fui actor porque mis compañeros no me dejaron, yo había escrito el personaje para mí, así que aparezco en voces, pero todos los demás socios, con excepción de Almanza actúan en la película. En cuanto a la música, la he estudiado y con todas las herramientas de composición digitales logré hacer una buena canción para el personaje de Eduardo, tampoco fue una labor muy grande. El trabajo de guión fue muy bonito por que nos alejamos lo más que pudimos de él durante el rodaje para acabar editando lo más parecido a este en la sala de edición.
RCS En mi opinión personal muchas películas en Colombia adolecen de una buena dirección de actores, teniendo buenos elementos técnicos. Como actor y director ¿Qué tratamiento se le dio a la película en este tema?
AO Nosotros teníamos tres criterios a tener en cuenta que son las quejas que tiene la gente del cine colombiano y que buscábamos romper. La primera, las películas colombianas suenan mal, fuimos muy minuciosos con el sonido. La segunda el lenguaje cinematográfico, buscamos realizar una variedad de planos y recursos que habíamos visto en las películas que nos gustaban, utilizamos los pocos juguetes que logramos conseguir. El tercero es justamente eso a lo que se refiere, hay actores colombianos excelentes que al actuar juntos nunca se encuentran en la escena porque vienen de escuelas diferentes o uno hizo una novela y el otro una obra de teatro; los actores en Colombia deben vivir de la televisión, se mueren de hambre sólo del cine o de teatro. Nuestro objetivo era lograr una homogeneidad en las interpretaciones y creo que lo logramos por tener unos personajes muy sólidos, muy perfilados desde el guión, personajes con características y antecedentes. La mayor parte de las actuaciones de ‘Apatía’ son un encuentro entre lo que trae el actor en su bagaje y lo que encontramos al momento de hacer la escena y afortunadamente trabajamos con actores generosos que dan mucho para el personaje y su relación con los demás intérpretes. Buscamos crear un universo muy sólido.
AAP No había un personaje pequeño a cada actor se le dijo que tomara su personaje como si fuera el protagonista para motivarlos y hacer que todos le metieran las mismas ganas al papel.
RCS Hay otra queja constante, la gente dice que todo el cine colombiano es de Putas y Narcos ¿Qué opinan ustedes de esto?
AO Opinamos que sí. El cine en Colombia, al menos el que tiene éxito y nominan al Oscar. Acá hay una mezcla de inocencia y rosca muy particular donde pensamos que el alcance técnico mayor hace la mejor película. Las películas tiene un temperamento femenino que están más basadas en las emociones que en lo racional y generalmente las películas que lo conmueven a uno lo hacen desde el punto de vista emotivo o narrativo y no desde el punto de vista técnico. Esta creencia colombiana nos hace pensar que una película con efectos especiales es buena. Nosotros nos reímos mucho pues tratamos de defender la película en algún momento diciendo que no tenía los conflictos tradicionales colombianos, pero si los tiene. Hay putas, no hay narco pero hay “esmeraldero” que nos gusta más y como nos dijo Alvaro Rodríguez “El arte debe reflejar la realidad porque el arte debe cambiar la condición social”. El problema real del cine colombiano es que imitan la televisión y el problema es que las políticas “duopólicas” de los canales se están pasando a las películas y si siguen manejando el cine en Colombia muchos artistas con voces únicas se van a quedar sin qué decir. Hay que aprender a presentar las cosas que son terribles, sin glorificarlas, por lo contrario mostrar los alcances que tienen y dejar la doble moral de decir que no se ve una película porque tiene traquetos, mejor medir las películas en su dimensión. No significa que no haya películas que hablen de eso y no sean buenas. El cambiar las temáticas no es garantía de mejorar la calidad o que las audiencias vayan a ir a verlo.
RCS ¿Qué nos puede hablar del cargo de diseñador de producción?
AAP Tres años antes de empezar a rodar hicimos bocetos, empezamos a construir los personajes, su vestuario y sus características. Construimos la estética a partir de los personajes como los de Lucas, Andrés y Eduardo que son como los jóvenes que vemos a diario. El enfoque de la película. ‘El Mago de Oz’ fue importante por ejemplo Eduardo, el más ingenuo, está buscando su valentía como el león y le pusimos una camiseta de un león africano; la película está llena de símbolos, de metáforas y fue un proceso agradable. Lucas es el hombre de lata, que busca a su corazón representado por la chica que se le perdió y Andrés es el espantapájaros. Desde el principio tratamos de usar mucho los colores para caracterizarlos, por ejemplo Lucas siempre es más gris, Eduardo tiene colores terrenales, Andrés tiene colores como verde y amarillo. Los otros se salen de ‘El Mago de Oz’, por ejemplo Alvaro Bayona es el esmeraldero y está basado en un vaquero.
RCS Leí que estudió guionismo con Robert Mckee, Guillermo Arriaga y Linda Seger ¿Qué le dejaron ellos para su trabajo?
AO Los más importantes con todos ha sido ver que mis socios y yo tenemos los instintos narrativos correctos. Mckee es un tipo que vive de sus seminarios y realmente es un viejo de Detroit que habla de su mamá y hermanas, me gusta mucho ver el personaje en que se convierte para ser un narrador de historias. Su enseñanza más importante luego de todas esas clases y seminarios es que su uno no tiene problemas escribiendo el guión, escríbalo, no venga al seminario ni compre el libro. Sus seminarios son para sacar a la gente de problemas y para eso enseña fórmulas. McKee, ensaña estructuras desde la matemática narrativa y alienta a mezclar géneros. La experiencia con Arriaga fue un poco más mística. De su corpulencia y modales aprendí muchas cosas. Es un cazador antes que todo, se va a la selva a matar jabalíes y se siente cuando le das la mano. De él aprendí que el escritor es un cazador y aunque a veces la presa se escapa, si la trapa y le da el tratamiento adecuado logra un gran pieza literaria. Linda tiene un enfoque muy hollywodense y habla de cómo la historia debe atrapar al espectador. Con ellos y con otra gente que se nos ha cruzado aprendimos que uno debe seguir sus instintos y respetar códigos propios, cuidando al guión.
RCS ¿Qué mensaje final dan a los lectores?
AAP La clave de una película es hacerlos llorar, hacerlos reír y hacerlos esperar y ‘Apatía’ tiene una buena mezcla de esto. Si quieren ver una mezcla de esto y pasar un buen rato en cine, vean ‘Apatía’.
