Por Nathalia Mier

Fotografías. Nathalia Mier.

Venía de vacaciones y se terminó quedando, conoce a Toto la Momposina quien en el año 92 lo invita a conocer Colombia, recolecta sonidos colombianos de tradición, es productor y Dj, es británico, fundador de la banda Sidestepper junto con Iván Benavides. Es Richard Blair,  «cazador» de  las tendencias musicales que la cultura latina tiene para ofrecer.

Muchos han sido parte de la familia Sidestepper, entre ellos: Andrea Echeverri, Héctor Buitrago,  Goyo (choquibtown)  Kike Egurrola (Bomba Estéreo) y  Pernett, cómplices junto a  Richard Blair de introducir sonidos tradicionales como base para una propuesta moderna, Drum and Bass y cumbia, aquí todo se vale. Actualmente la banda está compuesta por Edgardo Garces: voz, Janio Coronado: voz, Teto Ocampo: guitarra, Juan Cuello: Percusión, Pedro Ojeda: tambores y  Erika Muñoz en la voz.

Sidestepper es la banda pionera de un estilo muy comercial hoy en día. Sus presentaciones convocan  a un público muy  amplio que fielmente apoya con dinero,  baile y canto cada presentación. Esta vez el concierto fue en La Puerta Grande (Bogotá), espacio extenso capaz de albergar orquestas. El evento inicia  a eso de las 11:30 pm. Adentro del bar los músicos tienen el segundo piso a su disponibilidad para comer y beber “el algo” antes y después del concierto, allí  se localizan  managers, fotógrafos, teloneros y los conocidos de la banda.

Saboko Criollo se encargó de abrir el concierto a su  estilo “fusión de música mestiza” y cerró con su éxito “Puro Carnaval”. Vuelven a preparar el escenario para Sidestepper,  Richard Blair sale del camerino para bajar a la tarima, aplausos y  gritos lo rodean mientras prepara sus consolas, detrás de Blair emergen a escena con pantalón blanco y guayaberas Janio Coronado, Edgardo Garces y Juan Cuello, Pedro Ojeda, Teto Ocampo y  Erika Muñoz, la sensual  propietaria de la  única voz femenina, abordan la fiesta pa empezarla. Se escuchan algunos clásicos como “Hoy tenemos” “Más papaya”  “Deja”  y la gente revienta de felicidad.

Sidestepper se toma el escenario por más de una hora, la banda no parece agotada en ningún momento. Los precursores  del “electrocumbe” se  mantienen  hasta  el cierre con mucha disposición. Con  aplausos el público pide una última canción, para que el sonido Sidestepper se quede un momentico más. Apagan con sonrisas su salida de tarima..El público sale del bar mientras en el segundo piso Saboko Criollo y Sidestepper descansan con la satisfacción del deber cumplido.