Por Manuel Estévez

@Sonoadicto

Kingsman, el círculo dorado, es la continuación de la historia de Eggsy. Este chico clase media inglés vestido con ropa Fred Perry que de un día otro se ve convertido en un letal agente de esta organización camuflada en una tienda de ropa elegante.

Es esta clase de películas en las que hay que ir con la mente abierta pensando en un comic o dibujo animado y entregarse a la diversión sin pedir un alto trabajo intelectual o un realismo extremo. Es una parodia al perfecto control de todo en el cine de espías clásico.

Tiene al menos cinco secuencias desenfrenadas de acción y efectos visuales. Pueden ser desproporcionadas pero al interior de esta historia lucen normales. Es bastante violenta y llena de sangre injustificada, lo cual la hace muy divertida e inmoral. Tiene una dosis grande de humor inglés muy negro y explicito.

Julianne Moore interpreta a una psicópata reina de las drogas obsesionada con la cultura popular norteamericana del siglo pasado que ha secuestrado a Elton John, interpretado brillantemente por Elton John, y planea un golpe tremendo para subyugar al mundo.

Eggsy se debe apoyar en Statesman, el homólogo gringo de Kingsman. En algún lado leí que Kingsman es David Niven y Statesman es Burt Reynolds. Para ser claro el primero es un fino filete y el otro un tamal de plaza de mercado, cada uno llena a su manera.

Un elenco de actores importantes se deja llevar interpretando a los personajes de esta estrambótica historia. Se destaca el chileno Pedro Pascal como el agente Whiskey, así en el trailer le den más importancia al personaje de Channing Tatum.

El problema de este trabajo es que al tener tantas secuencias de acción se cae fácil en las partes de diálogo, las cuales hacen que se sientan las más de dos horas que dura. Es muy extensa. Además, si uno va en busca de coherencia no la va a hallar, es fantasía pura y mucha imagen generada por computador.

A mí me gustó su ritmo y sarcasmo, olvidé lo real por un buen rato y aunque me cansé logré pasar un rato divertido.