Por Manuel Estévez
@Sonoadicto
Hace unos años conocí al polaco director de Ida, antes que la película ganara el Oscar y fuera famosa, le dije que era una obra de arte y por su belleza visual no necesitaba diálogos. El tipo me agradeció y nos despedimos amablemente.
Oscar Ruiz Navia (Los Hongos) codirige junto a la documentalista sueca Anna Eborn Epifanía. Esta película es una coproducción de los dos países que recurre a las ausencias para narrar. Está ausente de música, de diálogos y de imagen en muchos pasajes de la hora y pico que dura.
Un ejercicio de cine muy arriesgado en esta coproducción colombo sueca que nos rememora las épocas de Bergman y su paciente contemplación de los hechos que brinda a la realidad la posibilidad de desarrollarse y narrarse.
Recurre a ciertos elementos que me recuerdan al llamado DOGMA de los noventas. Cámara el hombro, algunos pasajes de luz natural y música que proviene desde aparatos dentro de la película. Tiene una particular escena de baile donde apreciamos la alegría desde los rostros de los participantes porque siempre busca maneras diferentes de contar.
Epifania es una película de muchos contrastes y matices. Es un trabajo sobre mujeres, sobre la humanidad y el significado de estos temas en distintos espacios. Véala con calma y déjese maravillar por la narrativa onírica e ingeniosa con la cual narra la vida misma.
