Por Manuel Estévez

@sonoadicto

El cine íntimo gana cada vez más espacio, no sólo en la industria sino también en el público. El exitoso documental Un mono, un castillo y muchos hijos es el resultado de catorce años de trabajo por parte del realizador y actor Gustavo Salmerón. Esta película gravita entorno a las ocurrencias de su madre, la tranquilidad absoluta de su padre y tiene como puntos de giro los acontecimientos de la vida diaria.

Julita (la madre) es una mujer pintoresca que filosofa, reflexiona y pontifica sobre la política, la familia, la muerte y su propia vida. Tiene una capacidad narrativa impresionante y al mismo tiempo construye un personaje surreal de manera natural. Su raro sentido del humor contrasta con la forma percibe el mundo, creando una bomba que resulta sumamente hilarante.

Técnicamente es un película totalmente artesanal. Eso sí, requirió dos años de edición para lograr seleccionar y darle forma a 400 horas registradas por Gustavo. El audio es directo y no hay un diseño de iluminación, tuvo correción de color en postproducción.

Recomendada por divertida, profunda a su estilo y arriesgada en su formato.

Esta producción abrió la sexta Muestra de Cine Español y su director personalmente visita nuestro país presentándola.