Por Manuel Estévez

@sonoadicto

El director francés Roman Polanski fue el amo del suspense y el thriller excéntrico durante los años sesentas y setentas. Películas como El Inquilino, Repulsión, El Baile de los vampiros, entre otras, marcaron un estilo en que navegaba entre presupuestos y géneros. Un cine crudo y sin concesiones pero al mismo tiempo con cierto aire de sofisticación.

Polanski sobrevivió los ochentas con Frantic, se mantuvo en los noventas con Luna de hiel y salvó el S XXI con la premiada El Pianista (ganando el Oscar a mejor director por primera vez). Un lustro atrás nos presentó la inteligente y poderosa Carnage, un montaje teatral en cine protagonizado por un lujoso elenco: Kate Winslet, Jodie Foster, John C Reilly y Christoph Waltz. Leer la reseña de Carnage.

Polanski llega en el 2018 con Basada en hechos reales. Retoma su exótico sentido de la intriga y nos lleva por el camino del suspenso psicológico. La película cuenta con las estupendas actuaciones de Eva Green y Emmanuelle Seigner, como una dominante mujer y su víctima. Impactan su fotografía a cargo de Pawel Edelman y la música del siempre preciso Alexandre Desplat.

La historia captura la atención y la tensión del publico, en esa parte cumple con su premisa, aun siendo predecible y por momentos anticuada. Ni Polanski ni Olivier Assayas, guionistas, ajustan bien la historia a los tiempos modernos y su narración se siente caduca.

Claramente no es Chinatown, pero tampoco es una mala película. Problemas maritales, infancias traumáticas, dominación, paranoia, falta de autoestima, cabañas alejadas en el bosque, lluvia constante, entre otros, la hacen entretenida e incomodan suficientemente al espectador como para reconocer el sello del trabajo de este longevo realizador.

Estreno abril 12.