Los distintos, así sean las víctimas, son sospechosos

Por Manuel Estévez

@sonoadicto

Una trágica explosión. Actitudes xenófobas. La venganza. La imperfección humana. El enmarañado camino de la vida.

El director alemán Fatih Akin recurre nuevamente al postulado principal de su cine: la relación de migrantes turcos en Alemania. En una película que analiza sin pudor el racismo, los prejuicios, la condición humana y los roles de la sociedad.

En la penumbra, ganadora del Globo de Oro a mejor película extranjera, nos presenta a Katja (Diane Krueger), una mujer compleja y temperamental con una vida perfecta que repentinamente lo pierde todo. Discriminada por conformar una familia con un extranjero, deberá afrontar señalamientos y luchar contra el pasado de su esposo para buscar la justicia.

Es una reflexión sobre la dura manera en que la sociedad juzga a todos aquellos que son diferentes, o que se salen mínimamente de los estándares impuestos. Por momentos me recordó a la chilena Una mujer fantástica, ya que hace especial énfasis en la doble moral de una supuesta inclusión que realmente no existe. Los distintos, así sean las víctimas, son sospechosos.

Es una película corta (100 minutos), de buen ritmo y momentos visuales poéticos. Akin trata de romper estereotipos, aunque por momentos cae en ellos, pero dirije de manera cerebral un drama muy fuerte. Kruger hace su primer papel enteramente en alemán y de la mano del director lleva a su personaje de una manera natural.

En la penumbra es una historia de amor y de odio, vida y muerte, con giros dramáticos inesperados. Y aunque su moraleja no es la más adecuada o correcta, posiblemente sea la más realista.

Actualmente en cartelera.

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