Por Manuel Estévez

@RevistaSono

Soy fan de La Guerra de las Galaxias desde que tengo uso de razón. Esta y Fantasía de Walt Disney son los recuerdos más viejos que poseo de haber estado en una sala de cine. Mi padastro, que ya es uno con la fuerza, un físico amante de la lectura, me inculcó y me explicó muchos detalles sobre estos míticos poderes ancestrales. Atesoré varias ediciones de libros de la trilogía original y cualquier cosa que cayera en mis manos sobre el tema.

He visto en cine todas las películas, excepto la segunda parte de la inmirable Caravana de valor. Mejor dicho, en teoría, estoy obligado y escriturado para ver todas las películas que salgan, y eso haré. Soy presa fácil de la comercialización de la saga.

De las películas recientes me han gustado más los spin off, aunque aun no me acostumbro a ver una película de la saga donde la música es diferente. Rogue One es el perfecto oasis para la nostalgia. Y Solo, ha tenido una dosis menor de recuerdos pero sí. una buena configuración de personajes.

Estas piezas alternativas de universo son valiosa por mantener y definir aun más la estética. Igual Ron Howard, es un director taquillero, que tiene el pulso gringo (igual que Lucas) del entretenimiento y logra cuadrar una película redonda, coherente, con dosis correctas de acción, comedia, romance y expectativa.

Chewbacca cobra un papel más preponderante; Lando está muy bien representado por Donald Glover o Childish Gambino; Emilia Clark es una correcta Qi´ra, el primer amor de Solo; Vision es el antagonista y finalmente Woody Harrelson se estrena en las películas espaciales como el traficante Becket, con un papel que lo saca de su estereotipo del héroe clase media gringo. Finalmente llegamos a Solo. Aunque a Alden Ehrenreich le faltan 10 cms y media octava hacia abajo en la voz para llenar los pantalones de Harrison Ford, no lo hace mal, perfila bien al coreliano y logra un gesto creíble.

Como lector de los libros agradezco haber conocido por fin Corelia y las minas de especias de Kessel. Como seguidor de las películas me complace haber visto unos historia creíble, a la que tal vez le falto algo de espectacularidad, pero es lógica y no tiene vacíos demasiado notorios en su guión. Solo cumple con los fanáticos y el público en general. Es por momentos un tanto infantil pero se mantienen dentro del cine de aventura juvenil que Spielberg, Lucas, Zemeckis y compañía, nos acostumbraron.

Howard dejó atrás lo espectacular y nos brinda una pieza entretenida, sin demasiados sobresaltos. Presentándonos los orígenes de la amistad de Han y Chewie, la rivalidad con Lando y la bondad de Han Solo, un hombre que a pesar de las apariencias siempre fue un chico bueno.