Por Manuel Estévez
@Sonoadicto
En medio de tanto superhéroe, remake y terror serial es bueno ver una buena narración de una historia sencilla. La negra comedia biográfica No te preocupes, no llegará lejos, marca varios elementos muy destacados.
El primero es el regreso de Gus Van Sant. Involucrado como director, escritor y productor en algunas de las mejores películas que hablan de los marginales, las subculturas y el underground gringos. La maravillosa Elephant, su visión sobre el tiroteo de Columbine; la soledad de los prostitutos juveniles retratada en My Own Private Idaho; la manipulación y la negación del amor en Todo por un sueño; la emotiva vida del político Harvey Milk, entre otros títulos, narraron un EU totalmente alejado de lo ideal.
Es imposible olvidar su trabajo como productor junto al director Larry Clark y el escritor Harmony Korine en la atrevida y reveladora obra de culto Kids. Una película sobre drogas, sexo adolescente y VIH, que a ritmo de la música de la banda Folk Implosion, marcó nuestra juventud en plena época del rock alternativo.
Van Sant retorna a terrenos más conocidos para él tras su cuestionada Mar de árboles (2015), un trabajo esotérico, fantasioso y contemplativo que no fue bien recibido. Tal vez el director nos ha acostumbrado a realidades más cotidianas.
Otro item importante de No te preocupes… son las interpretaciones del consagrado Joaquin Phoenix, quien ya había trabajado con Van Sant en Todo por un sueño, y la irreconocible caracterización de Jonah Hill. El gordito pervertido de Súpercool que ha ido consagrando una carrera actoral sólida ligada al humor.
Destaca la presencia de la icónica exbajista de Sonic Youth Kim Gordon que creamos o no ya cumplió 65 años y mantiene su serena imagen. Gordon ya había trabajado con Van Sant en su versión de la biografía de Kurt Cobain Last Days.
John Callahan fue un alcohólico que tras un terrible accidente de tránsito queda cuadrapléjico y descubre su vocación como caricaturista. Fallecido en el 2010, logró un estilo oscuro de humor de viñetas que fue publicado en diferentes medios. Inspirado en sus memorias Van Sant dirige una comedia igualmente sarcástica y nihilista que cuenta de manera sencilla los cambios en la vida de este personaje, valiéndose además de un bonito trabajo de animación.
El mordaz humor de Callahan suscitó muchas veces protestas por parte del público. Hacía constantes mofas religiosas, políticas sobre todo tenía una fijación con su propia discapacidad, por lo cual hacía frecuentes chistes sobre ciegos, paralíticos y todo tipo de lisiados.
Originalmente la película iba a ser protagonizada por Robin Williams pero tras su fallecimiento el proyecto se enfocó en Phoenix. Los productores argumentaron que las adicciones y la discapacidad eran temas extremadamente deprimentes y que sin el humor y carisma de Williams no era viable, el mismo protagonista debió reunirse con ellos para convencerlos.
Un buen recomendado que una se puede ver en salas de cine en Colombia y que vale la pena no dejar pasar.
