Por Andrés Castañeda
Basada en el manga japonés GUNNM, creado por el creador de cómics Yukito Kishiro, finalmente ha llegado a las pantallas de cine un proyecto que el reconocido director James Cameron tenía en carpeta de espera hace casi 20 años. Battle Angel es una película ambientada dentro del género cyberpunk (originado a partir de un movimiento literario norteamericano surgido en los años 80), allí nos encontramos un mundo distópico mediado por la tecnología, donde los androides y los humanos conviven en medio de duras condiciones de pobreza.
Protagonizada por Rosa Salazar y Cristoph Waltz, la película cuenta la historia de Alita, una androide encontrada por Ido, un médico de androides, entre la basura tecnológica de Iron City, una ciudad en ruinas; Ido logra repararla y reconstruir su cuerpo pero no su memoria, por lo que Alita tendrá que descubrir por sí misma la verdad sobre su propio pasado, mientras que en su camino conocerá el amor en un ser humano llamado Hugo y se verá perseguida por los oscuros intereses de los líderes de la ciudad, empeñados en destruirla por lo que ella representa.
Algo que llama la atención a primera vista son los típicos ojos manga de Alita, quien por momentos recuerda a la protagonista de otra película ambientada en ese mismo género cyberpunk, Ghost in the Shell. Sin embargo, Battle Angel no puede considerarse una película tan profunda y adulta como lo fue la producción ya mencionada. En realidad, es un título que va en la línea de películas adolescentes de ciencia ficción que ya ha realizado su director Robert Rodríguez en el pasado. Cabe aclarar que, aunque la idea de esta realización fue de James Cameron, la dirección fue cedida al realizador chicano, debido a que Cameron aún se encuentra trabajando en las secuelas de Avatar.
Hay que añadir, que siendo este uno de los proyectos más esperados por Cameron, y teniendo como referencia a Avatar, la cual tenía una referencia muy marcada a una situación del mundo real, caso totalmente contrario a Battle Angel, esta última se le parece mucho en términos de unos personajes más ligeros y no tan profundos. A pesar de ello, hay que destacar al personaje de Christoph Waltz, en el cual es inevitable hacer la referencia con Geppetto, el personaje creador de Pinocho en el famoso cuento italiano.
Y si bien este no es el tipo de trabajo por el que estamos acostumbrados a reconocer a Robert Rodríguez, ya es conocido su gusto por las escenas violentas, pues, aunque en esta ocasión no vemos sangre, carne y huesos rotos, si podemos ver cyborgs despedazándose entre sí, donde la tecnología pareciera adueñarse de un ring de boxeo.
Finalmente, hay que destacar la preocupación desde el guion por ser fiel al comic original, al tiempo que deja en el espectador muchas preguntas con miras a posibles secuelas. Los efectos especiales, las visuales y los elaborados sets están muy bien logrados, alejándose un poco de esa atmosfera oscura de clásicos del género como Blade Runner. Como ya se dijo más arriba, Battle Angel, no tiene la profundidad de otras producciones cyberpunk, pero promete ser el punto de partida de toda una saga. Una película para ver en familia como una opción alterna al cine de superhéroes tan en boga por estos tiempos.
