Por Manuel Estévez
@Sonoadicto
La lista de grandes artistas alternativos que ha traído el Festival Centro a lo largo de su historia es muy larga. Gracias a personajes como Chucky García, Daniel Casas, Julián Mosquera y Rodrigo Duarte, pudimos ver a músicos que de otra manera dificilmente habrían tocado juntos en Bogotá. The Antlers, Russian Red, Tulsa, Nacho Vegas, Cápsula, las Hermanas Calle, Raúl Santi, Reencarnación, Crack Family, Los Bunkers, en fin, una mezcla muy interesante y pensada para formar público.
El nivel del Centro venía bajando y aunque presentaba buenos artistas, se había pegado demasiado a lo obvio, a lo que estaba a mano. El año pasado presentó shows interesantes pero salvo casos como Tequendama o Mowgli, muy dentro de lo cotidiano.
Esta edición 2020 recapitula es espíritu de actos no convencionales y artistas con propuestas diferentes. Aunque reconocidos, manejan un espíritu musical independiente.
Por el lado del rap vemos a Apache, uno de los más importantes raperos venezolanos. Es quizá el artista internacional con mayor reconocimiento del cartel. De una nueva camada. Con sonidos distintos y rimas diversas. Lo mismo podríamos decir de TSH Sudaca, una de la puntas del iceberg del nuevo rap hecho en Colombia. Músicas revolucionarias que rompen el esquema tradicional pero igual expresan inconformidad y el día a día de una manera fluida y moderna.
Rubio es el proyecto solista de Fran Straube, vocalista de Miss Garrison. Inteligente, delicado, con muchas texturas, así suena este muy bien producido sonido austral. Electro pop de alta gama. El ecuatoriano Mateo Kingman fusiona con éxito la música andina, el rap y la música electrónica. Sintetizadores con sabor a quena, al viento que surca nuestras cordilleras.
Los cantautores están representados por la tambien chilena Camila Moreno, una multistrumentista clara, con postura política y una larga trayectoria que incluye cuatro discos de estudio, participaciones en grandes festivales y varias giras internacionales. La Muchacha es una manizalita que desde hace unos dos años viene trabajando con su proyecto que recopila música del mundo y un pensamiento espiritual budista expresado en un manifiesto en su fanpage.
La diaspora africana tiene un plato fuerte con La BOA, una orquesta colombiana que ha venido trabajando el afrobeat, música africana fusionada con funk y jazz que tuvo a Fela Kuti como su principal representante hace unas décadas. Palenque fue uno de los primeros asentamientos de personas negras libres en Colombia, también es la cuna de Las Estrellas del Caribe, estos músicos con 30 años de trayectoria enmarcan su música en la champeta criolla. Interpretan canciones en su lengua original palenquera y buscan mantener el legado cultural e histórico de su lugar de origen.
Desde Cali llega la Pacifican Power, un dream team de aquel litoral colombiano. Rap, marimba de chonta, y mucho sabor en un grupo conformado por artistas como Nidia Gongora, Jacobo Vélez, Alexis Play o Heryb Bonilla. Destaco la bonita presencia de Los Wembler´s, cumbia peruana desde la ciudad de Iquitos. Una sentida mezcla de rock, música negra y sentir indígena. Muy fiesteros y nostálgicos.
El rock tiene representación con Nicolás y los fumadores, un grupo que tiene buena acogida en el público adolescente y se ve bien en una tarima de acceso a todas las edades. No son mis favoritos pero creo que es una decisión acertada incluirlos. La banda mexicana Los Patita de perro y sus letras dirigidas al público infantil puede ser divertida y brindar una sorpresa agradable con su show. Amparados en su cuarto de siglo de trayectoria.
Este es el menú. Ustedes juzgarán lo que les gusta y desean consumir del 23 al 26 de enero en la FUGA. Lo importante es que el Centro volvió al Centro. Que hay artistas por descubrir y por qué no, por continuar apoyando.
