Por Manuel Estévez

@sonoadicto

Un auto en marcha por una carretera. Un paraje boscoso y con neblina. Una carretera que parece no conducir a ninguna parte. Una cabaña siniestra en medio de la nada. Estas son claves importantes a la hora de saber que se está por ver una película de terror. Y sí, tributo reiterativo a El Resplandor de Kubrick.

Ahora, estamos ante una generación de características peculiares. Los muchachos que son son pilos realimente dominan el mundo. ya hacer una película es difícil, filmarla joven aun más, pero tener en el catálogo de Proimágenes tres películas de terror antes de cumplir los 30 años es un logro destacado para el bogotano David Bohórquez.

Director de videoclips musicales, guionista y realizador estrena en Colombia su película Diavlo, tras haber presentado Demental y Calibán. Diavlo fue presentada en Cannes y estrenada en Estados Unidos el año anterior. Está enmarcada en el terror de posesiones y espectros infernales con una fuerte influencia del género en los años 70. Incluso la fotografía está diseñada para asemejar las texturas cinematográficas de esa época.

No es una película de sustos, es una historia de tensión constante y misterio que se va desarrollando poco a poco. Tiene mucha influencia de la serie B y el género Z. Me atrevería a mencionar el cine de Dario Argento como inspiración. Guardando una relación incluso con el cine de Roman Polanski. Referencias muy altas.

La película es como para ver en un autocinema de hace 40 años, mantiene esa atmósfera. Nos habla de un ser maligno parecido a un sucubo que posee a sus victimas en sueños y las controla mentalmente en la vida real. Tiene como actriz más reconocida a Fiona Horsey, quien tiene experiencia en el género en Alemania. Se nota el máximo esfuerzo por hacer un producto decente con un una inversión moderada.

la fotografía, como mencioné, nos rememora al cine de rotativo y está correctamente lograda. El sonido es poderoso y logra un eficaz acompañamiento narrativo.

Tiene como debilidades que no es tan universal si no se ha explorado el género, el manejo de actores en ese delgado hilo entre la sobreactuación y la parodia que requiere la idea, además, aunque es una historia sencilla, parece confusa por momentos. Se va mucho por la parte psicológica y a veces le falta un poco de acción.

En cartelera colombiana actualmente.