«La niebla es simbólica, es como un manto. Podemos estar a un metro de distancia, pero si hay niebla no podemos vernos, ni reconocernos».

Augusto Sandino.

Por Andrés Castañeda

Como una niebla que se desvanece en las alturas, así parece transcurrir la vida de F, un joven campesino que, en medio de un remoto páramo de las montañas colombianas busca salir de allí para huir de la guerra, no sin antes hacer una dolorosa despedida. Con ese planteamiento nos adentramos en la historia de Entre la niebla (A vanishing fog), un largometraje dirigido por el colombiano Augusto Sandino, que se estrena este 13 de enero en salas colombianas, después que fuera presentada el pasado noviembre en el marco del Festival Black Nights de Tallin, Estonia. Es la segunda incursión en el cine que Sandino realiza después de su ópera prima, Suave el aliento (Gentle Breath) de 2016, y que ha contado con una coproducción entre Noruega y Republica Checa.

Sumapaz, un parque natural en las cercanías de Bogotá, considerado como la fábrica de agua que abastece a la capital de Colombia, es el lugar donde transcurre la vida del joven F, interpretado por Sebastián Pii, un fotógrafo y actor no profesional a quien Sandino confió la tarea de dar vida a un personaje que, a lo largo de la película va desvelando su verdadero yo, capa tras capa.

Con el agua y la niebla como hilos conductores, y hablada en inglés y Sunapacun, un lenguaje inventado especialmente para la película, Entre la niebla narra la historia de un muchacho de apariencia frágil, quien después de la muerte de su madre se queda en casa cuidando a su padre, un viejo guardián del páramo que ha caído enfermo, por lo que se ve obligado a reemplazarlo en el cuidado de un paraje natural a más de 3000 metros sobre el nivel del mar, donde el silencio y la soledad crean una atmósfera cercana al realismo mágico. Al mismo tiempo, F busca desesperadamente una manera de escapar cuando descubre que ya no tiene futuro en ese aislado lugar de la cordillera oriental. Una obra que su mismo director describe como inclasificable y sin referentes.

Una película sin un tiempo específico, de pocas palabras, por momentos casi silenciosa, sin diálogos, con voces en off y cercana al lenguaje sensorial, críptica y alegórica, que adentra al espectador en un viaje a través de montaña frías y neblinosas, como si se tratara de un laberinto sin paredes. La violencia de la guerra, el cuidado del medio ambiente, una relación padre e hijo y el halo sagrado y místico del páramo más importante del mundo, conforman una atmosfera que lo convierte en un personaje más, el cual, sin decir una sola palabra, proporciona al público una experiencia personal única.

Revista Sono tuvo la oportunidad de hablar con su director a propósito de este estreno, y esto fue lo que nos contó:

Revista Sono: Usted trabajó en esta película con actores naturales, ¿cómo se dio eso?

Augusto Sandino: Yo he trabajado con actores no profesionales que no tienen entrenamiento. En este caso no es un actor natural, porque él no es un campesino ni se dedica a eso, es un fotógrafo (Sebastian Pii). Pero era una manera de mostrar cuan vulnerables podemos ser los seres humanos en la naturaleza… en el mar, en la montaña o en el desierto. Donde hay un solo individuo trasegando somos profundamente vulnerables, y él (Sebastián) representaba todo eso. Conjuntamente, fuimos buscando el personaje, una tarea muy larga de unos dos años donde nos fuimos conociendo lentamente y se estaban fundamentando los pilares de nuestra relación, que es de absoluta confianza para que pudiéramos hacer esta película.

RS: Entre la niebla se lee como una película experiencial ¿Cómo surgió la idea de hacerla de esa manera?

A. S.: Esta es una película que no tenía referentes, no estaba buscando emular nada. En realidad, buscaba un lenguaje propio, y lo que han dicho en el festival de Tallin es precisamente eso, que es experiencial, atmosférica, que los lleva a lugares que no han sido explorados antes, y es porque es la primera vez que se filma una película en el páramo de Sumapaz.

La película gira en torno a un joven habitante de las montañas de Sumapaz, que busca despedir a su padre. Es una historia de amor, de afecto, de familia, pero alrededor de eso pasan muchas situaciones que obligan a nuestro personaje a tomar decisiones, a veces no porque no quiera estar ahí, sino porque es forzado.

Es una película que combina varios géneros y temáticas, pero que se centra alrededor de un solo personaje. No es que surja de un lugar únicamente, también es una cuestión muy personal, es una manera de lidiar con una perdida que tuve muy fuerte, pero alrededor de eso se construyó un universo, que es el universo de Entre la niebla.

RS: La niebla en la película es un elemento tan importante que casi se convierte en un personaje

A. S.: La niebla es simbólica, es como un manto. Podemos estar a un metro de distancia, pero si hay niebla no podemos vernos, ni reconocernos. Es una metáfora de eso mismo, que estando tan cerca podemos ser tan ajenos. No nos importa que hay más allá de la niebla, sino que estamos muy enfrascados, entonces Entre la niebla es lo que se busca. Se busca la verdad, el amor, saciar la soledad. Es una película que navega mucho en ese territorio de la soledad, en donde el delirio nos asalta, donde pasan ensoñaciones, miedos… la niebla está asociada con películas de terror, donde lo desconocido está presente, creo que Entre la niebla tiene eso, pero vamos un poco más allá en cuanto a búsquedas del ser humano.

RS: Es curioso que esta película, al igual que varias producciones colombianas independientes como Los Silencios y Tantas Almas, tengan en común elementos como el silencio, donde predominan personajes campesinos.

A. S.: Yo creo que en Colombia no es que sea un común denominador ahora. Creo que los cineastas y los artistas en general, siempre le han dado voz a quien no la tiene, y es una manera de retratar un país que tiene muchas capas, y en la Colombia profunda pasan cosas realmente tristes y desafortunadas, entonces no lo había visto desde esa óptica. Para mí, este no es un drama social per se, tenemos otro planteamiento estético y narrativo y otras búsquedas cinematográficas.