Por Manuel Estévez
@Sonoadicto
No soy tan fan del cine de Baz Luhrmann. Quizás mi película favorita pudo ser Romeo y Julieta. Tanto Mouline Rogue como El Gran Gatsby me parecieron exageradas y esclavas de la realidad virtual. No conozco demasiado de Elvis, más allá de ser el ídolo de muchos de mis héroes y una mítica figura de la cultura gringa. Además del feo apelativo de ladrón de la música negra.
Elvis es una gran obra en la cual confluyen de maravilla estos dos talentos. Una historia telenovelezca exagerada por Luhrmann a todo su gusto. Música para trabajar en esas fusiones y mezclas que acompañan sus películas y un sentido bonito de encontrar al ser humano en medio del mito. Por momentos el tono de la historia me recordaba Cry Baby de Jim Jarmusch.
Para mí es reconocer al Elvis transgresor, que movía sus caderas sin importar nada más, dispuesto a follarse a todas las mujeres de su audiencia y al mismo tiempo a dar hasta la vida por su público. Un Elvis que no se robó nada sino que por la desventura creció en un barrio negro pobre donde se alimentó de su cultura y sus sonidos.
Párrafo aparte merece el actor Austin Butler. Esculpido por los dioses y muy compenetrado. No desaprovechó la fortuna de que Miles Teller no pudiera encarnar el papel. Elvis era en sí una exageración, por eso representarlo se convierte generalmente en un acto humorístico, de ahí lo complicado. Su voz, su mirada, sus meneos. Tal vez un punto bajo es Tom Hanks, villano y narrador. el papel no le sienta, parece forzado y el maquillaje es extraño por momentos.
Elvis nos permite entender a un alma libre que surgió en un momento de esclavitud para liberar al mundo de tabúes y opresión. Solo hasta que la veo entiendo cuan ruidoso y molesto podía ser este artista, como un Sonic Youth de su época. Un tipo sensible, poderoso, un genio creador.
La mezcla de sonido es maravilla. Ensordecedora. Luhrmann sabe hacer musicales y esto es una ventaja con el catálogo a su disposición. Es muy bello el sentido que le dan a la canción Suspicious Mind como hilo conductor y conclusión.
Ese es Elvis y esta es su historia. la historia de su pelvis que con cada sacudida enseñó al mundo a emanciparse y volar. Delirante.
