Por Manuel Estévez
@Sonoadicto

La experimentación es mucho más que hacer ruidos incoherentes. Es investigar, conocerse, entender el mundo y su sonido, buscar tecnología y por supuesto validar la verdadera música, esa que puede que no siga reglas sino que viene de dentro de nuestra alma.
No recuerdo exactamente cuándo conocí a Las Añez. Sé que vi a Bituin, su banda original, en Matik Matik en una tarde noche de festivo. Recuerdo su homenaje a una canción de disco El Dorado de Aterciopelados y también haberlas visto en el festival de la luna en el extinto Casa 69 y el año pasado en el festival que hicieron de Idartes 10 años. Alguna vez reseñé uno de sus discos en video y también las he entrevistado un par de veces.
Colaboraciones con Edson Velandia, Aterciopelados, Lido Pimienta, Kevin Johansen, giras internacionales, efectos vocales, samplers, percusión menor, instrumentos tradicionales. Todo esto avala la carrera de Juanita y Valentina, en su esfuerzo solista desde 2013.
Siempre me ha parecido un proyecto sumamente interesante, pulido y dueño de un nuevo mundo musical, ese que se desprende de lo convencional y explora de manera minimalista hacía adelante, es decir creo que hacen vanguardia verdadera. Están en la punta de la cresta de la ola y son un momento bonito siempre.
No sé si Rock al parque sea un escenario natural para ellas pero van a estar tocando el 27 de noviembre en el Escenario Bio a las 5:40 pm.
