Holy Spider, doble moral

Por Manuel Estévez

@Sonoadicto

Un hombre confundido y enfermo sale en su moto a asesinar prostitutas. La Policía realiza «investigaciones exhaustivas». Una periodista se involucra ante la pasividad de la sociedad que ve a estas mujeres como drogadictas sin valor. El asesino tiene en su mente una mezcla de fervor religioso y traumas relacionados con la guerra en la cual participó. Todo el proceso judicial es lento, politizado y amañado por la influencia del detenido.

Suena terrible. Una pena de caso. El problema es que puede suceder en cualquier lugar del mundo.

Ali Abassi es un director de cine iraní residente danés. En 2018 impactó al público y la crítica con su película Border, una historia sobre la diferencia, la inclusión y la heterogamia. Su tercera película Holy Spider (2022), se basa en los hechos reales de este asesino religioso de prostitutas en Irán. Es una película crítica al Islam y al exceso de importancia que tiene la religión en los asuntos laicos.

Pero vamos por partes en un mundo de cosas que suceden simultáneamente.

El asesino.

Es un psicópata, eso es claro. Según la biografía real de Saeed Hanaei, su madre lo abusó físicamente desde niño. Ya ese es un antecedente importante. Posteriormente viene el tema religioso tan arraigado que le dice que las mujeres prostitutas son corruptas y merecen morir. Además, su paso por cruentos campos de batalla, el ver cómo sus compañeros mueren a su lado y ahora los veteranos sobrevivientes son tirados al olvido.

Un padre y esposo común y corriente. Querido por la comunidad, empleado como albañil. En las noches se ha hecho adicto a ir a una zona de prostitución que casualmente rodea un santuario sagrado musulmán y matar una mujer cada jueves. En la película dice que tenía estudiadas a 200 candidatas.

16 trabajadoras sexuales asesinadas entre 2001 y 2002 le otorgan a Saeed el estatus del mayor asesino serial de Irán. En medio de su desorientación, es un hombre frágil y perturbado por el cual se llega a sentir empatía en algún punto de la historia. ¿No son eso muchos asesinos en serie? Niños violentados que por un hecho significativo desatan una guerra en contra del mundo pero al final son seres vulnerables. Son productos de una sociedad que los presiona y los lleva al extremo, el problema está en lo que llegan a convertirse y cómo afectan a otras personas que no tienen la culpa.

La periodista

Zahra Amir Ebrahimi, ganadora en Cannes por este papel, representa a una mujer moderna y que es menospreciada por esto mismo. Se permite salir en las prendas que usa bajo su túnica en varias escenas, está sedienta de justicia y quiere apoyar a estas mujeres a como dé lugar. El personaje es ficticio, un recurso del director para dar más valor femenino a la historia.

Es quizás la única que tiene claro lo que está sucediendo y que no siente simpatía soterrada por el criminal. Debe luchar en un mundo en el cual tiene cabida a medias. Es vista como menos y llega a ser acosada sexualmente en algún momento.

El Estado

Está entre dos aguas. Por una parte debe capturar y procesar a un asesino, por otro puede llegar a ver con beneplácito que estas drogadictas que pudren a la nación y ofenden a Alá desaparezcan. No quiero contar la película, pero hay un claro momento de dualidad entre estas dos posturas al final de la misma.

El caso resulta tan anodino que hasta el mismo asesino está aburrido por la poca difusión mediática de su valiosa labor.

El verdadero gobierno Iraní dice que la película es comparable con los Versos Satánicos de Salman Rushdie y que todo esto es una afrenta para sus creencias. Amir ha sido incluso amenazada por su papel y se han realizado pesquisas dentro del país para buscar a posibles implicados, la película fue filmada en Jordania.

Conclusión

En todo el mundo pasan las mismas cosas pero muchos que aplican la misoginia en sus países viven escandalizados con la manera de vivir musulmana. Es una constante el asesinato o desaparición de prostitutas y drogadictas, que la verdad no importan tanto al sistema. Son personas desechables para la vista de muchos y su vida vale menos que la de otros.

Estas mujeres son madres, hijas, esposas invaluables para sus familias. Es un llamado de atención para que se les valore como seres humanos, no solo en un régimen musulmán sino en todo el mundo.

El Asesino de arañas, como se le conoció a este personaje aseguró que inició su cruzada porque su esposa fue confundida por una prostituta. La película le brinda la dimensión de matón religioso en una cruzada por las buenas costumbres, incluso un ejemplos macabro para que nuevos héroes lo imiten. Es viable convertir a cualquiera en un ídolo de masas, dejando atrás la propia esencia humanidad en pro de ideologías o tendencias.

Es una excelente película policiaca. Destacadas actuaciones, fotografía y una narrativa perfecta que detalla y mantiene al espectador atado a su silla. Nos permite entrar al mundo musulmán más allá de estereotipos y prejuicios. Debo decir decir que me sorprendió bastante.

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