Por Manuel Estévez
@Sonoadicto

Robert Altman presentó el entramado non sancto detrás de la moda en Pret a portet en el año 1994. El Diablo viste de Prada parecía una película menor en 2006 y terminó convertida en un fenómeno cultural que catapultó a la villana Miranda Priestly (Meryl Streep) al nivel de Darth Vader. Estos ejemplos para hablar del exitoso paso de estas historias por el cine, incluso mencionaría ¿Dónde están las rubias?

El novel realizador británico Thomas Hardiman, usualmente director de arte, debuta tambien como guionista con Medussa Deluxe. Un thriller/comedia negra sobre un asesinato en un concurso de peluquería. Cada plano está minuciosamente preparado, se nota que el director sabe exactamente para donde va.

Sin duda alguna una apuesta arriesgada presentada íntegramente en plano secuencia, sin cortes. Con un brillante trabajo de fotografía por Robbie Ryan (La Favorita). Un decorado sumamente colorido, muy influenciado por el cine de Almodóvar, que al mismo tiempo luce sombrío o acogedor según donde se desarrolle.

Lili Lea Abraham ( Ready Player One o Detective Pikachu) logra un destacado trabajo como directora de arte. La bogotana Andrea Fiquitiva (Los 33 o La Pola) hace lo propio con sus vestuarios. Además de un grupo de 8 estilistas y maquilladores que desarrollan los exuberantes diseños que la película demanda.

La música es etérea y casi inexistente durante la primera hora de la película. Toby Williams logra un momento impactante en un momento climático de la película y luego desaparece nuevamente. La colección de canciones es pequeña, suenan West End Girls de Pet Shop Boys, además de dos temas del cantante soul George McCrae: Rock My Baby y Don’t You Feel my Love, ambas para los créditos finales, siendo la última utilizada para una coreografía funky/disco de todo el elenco.

Y es todo ese punto alto en lo artístico /técnico lo que relega el resto de la película que por momentos marea al espectador en su afán de hacer del plano secuencia muy descriptivo. La resolución es bastante obvia y se da por mera casualidad sin que se genere nunca una expectativa suficiente. Las actuaciones tampoco destacan del todo y se pierden en diálogos y numerosos personajes bastante estereotipados sin demasiada profundidad.

No dudo por un instante del gran trabajo de Hardiman, se nota su laboriosidad y detallismo. Algo vio en él la arriesgada y vanguardista casa A24 para distribuir su trabajo. Su película tiene virtudes pero también defectos. Estreno en Mubi en agosto.