The Offspring: un antes, un después

Por Manuel Estévez

@sonoadicto

El punk rock está lleno de variantes. Desde los originales rocanroleros desordenados gringos de los años 70, pasando por los ingleses crestudos y su respuesta intelectual en Nueva York. El punk rock californiano está dado en otro concepto. Sus bandas giran en torno al compromiso político personal, la inclusión, la diversión playera, las patinetas y un halo de muchachos comunes que le brinda una identidad muy definida.

El Sello Epitaph es quizás la casa más reconocida de estas agrupaciones que surgieron con fuerza a comienzo de los años 80, influenciados por el sol, el ambiente universitario y paralelos al gran movimiento hardcore de Dischord Records de Washington, Subpop en Seattle y bandas como Fugazi o Bad Brains.

Smash de los californianos The Offspring cumple 30 años. Este trabajo es el más vendido por la disquera dirigida por Brett Gurewitz (Bad Religion) en toda su historia (cerca de once millones de copias en todo el mundo). Luego la banda firma con Sony Music y se convierte en un rentable proyecto de canciones altamente exitosas en radio que se desvaneció poco a poco dentro de una comercialización exagerada y un sonido edulcorado.

Este álbum marca un momento generacional importante y junto a Green Day con su disco Dookie sientan las bases de lo que sería el punk rock a partir de ahí. Otros discos importantes en el independiente de la época son Ten (Pearl Jam) o Siamese Dream (Smashing Pumpkins) por las licencias creativas que se les permiten desde las disqueras. Todos grandes éxitos en listas.

The Offspring resulta de la unión de Dexter Holland, además virólogo y restaurantero, y Noodles (Kevin Wasserman), el conserje del colegio donde él estudiaba. Hacia 1984 iniciaron este proyecto inspirados por bandas como The Vandals o The Descendens (liderados por Milo Aukerman, bioquímico pionero del punk). Su sonido estaba marcado siempre por la particular voz de Holland y los riffs de guitarra simples pero pegajosos.

Ellos han sido los únicos miembros fijos. En 1994 para la grabación de este legendario disco contaban con el bajista Greg K, fundador y miembro hasta 2018 quien tiene actualmente demandados a sus compañeros, y Ron Welty, baterista entre el 87 y el 03 con siete discos de estudio con la banda. También cuñado de Noodles.

Smash es producido por el legendario Thom Wilson. Thom inicia su carrera en los 70s con representantes de llamado soft rock como Eric Carmen, y a partir de los 80s se sumerge en el under trabajando con Lydia Lunch, Dead Kennedys, TSOL, Christian Death y Stiv Battors, entre otros importantes artistas. Thom además trabaja en los tres primeros discos de The Offspring, lo cual se nota en la cohesión y concepto de los mismos.

Wilson fallece en 2015 por causas nunca reveladas. No lo podemos confundir con el actor homónimo célebre por representar a Biff Tanner en Regreso al futuro.

Tras siete semanas de trabajo en el estudio Track Records, el disco está listo y se estrena el 8 de abril de 1994. Siendo francos, nadie espera nada especial del disco hace tres décadas. Una banda a penas reconocida en el circuito punk y nada presagia su éxito. La disquera acepta grabar el disco con un presupuesto máximo de U$ 20000 (ojalá hoy dieran la mitad a una banda independiente).

Come Out n Play da un mazazo terrible y sube al número uno de Billboard. El inconfundible ritmo de batería pegándole a las bases del Hi-hat y la guitarra en escala menor melódica que suena árabe son lo suficientemente pegajosos para cautivar al planeta.

Self Esteem representa la errónea idea de amor de los jovenes de esa época. Un amor tóxico y sufrido que a ojos modernos puede terminar en una agresión en cualquiera momento. Gotta Get Away es una canción sobre afrontar la vida de frente y sin huir. Siempre me interesa el video. Un chicho se cae y se cae en el pogo y tras mucho intentar simplemente desaparece como si la vida es una dimensión paralela y solo los muertos sobreviven.

Esas canciones son los sencillos. Hablemos ahora de otros temas. El disco abre con el poderoso redoble de Nitro. Un tema hardcorero potente que nos insta a vivir porque no hay un mañana. Bad Habbit es una canción soportada en el bajo y los silencios. Trepidante y llena de los coritos made in Venice Beach.

Something To Believe In los regresa al veloz punk hardcore. Es mi favorita de los no éxitos. Plantea el no hallar el rumbo en la vida, es muy californiana por los coros de respaldo y el tempo. Genocide es cruda y tambien aumenta el tempo. Es un himno antibélico que resalta la inutilidad de la guerra y la violencia.

Un poco de ska punk a cargo de What Happened To You?. La canción divertida del disco y que anticipa lo que vendría en trabajos futuros. Una letra de decadencia, incompetencia para vivir y sarcástica, sin ser sobresaliente. Incluyen un cover de The Didjits, quienes debieron recibir más regalías por esto que por toda su carrera, Killboy Powerhead.

Cierran con la canción homónima al album. Un tipico tema punk rock sobre aislamiento, vivir en un mundo propio y odiar todo lo de moda. «I’m not a trendy asshole…» Luego de un largo silencio se escucha el riff de Come Out n Play (tipico tema oculto en CD noventero), más lento y cadencioso. Así finaliza Smash.

En su momento se anticipa masivamente al movimiento pop punk de un manera discreta. No tengo nada en contra a los siguientes discos, simplemente no conecto. Me sorprendieron con su giro hacia lo comercial y si bien hay canciones interesantes y un mensaje valioso o transgresor, contrastaban con su posición de banda cabeza de cartel.

Hoy por hoy continúan presentes en el gusto del público, lo demuestra su exitosa gira sudamericana que incluyó Colombia. Siguen vendiendo discos y ahora invitan a Brian May a subirse con ellos a tarima.

The Offspring tuvo un antes y un después. Yo fui muy fan del antes. Siempre recordaré que uno de los pogos duros de mi adolescencia era Session del disco Ignition. El después me desconcertó y luego preferí perderles la pista. Entendieron la forma de vender el punk a la gente no punk. Larga vida a la música que nos movilizaba de chicos, larga vida al disco Aplastar.

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