Cero 39 narra su regreso a Bogotá

Por Manuel Estévez

@Sonoadicto

El artista Cero 39 presenta un disco con un trabajo acorde a los nuevos cánones contemporáneos de la música electrónica. Un interesante balance entre lo étnico/tradicional y lo sintético, lo concreto y lo orgánico.

R-A-B-i-A incluye 10 canciones que fusionan aires costeros colombianos con tendencias de música electrónica como el chill out o el tecno. Un espectro amplio que cumple perfectamente con su objetivo de llevar movimiento a los cuerpos y sensaciones a las almas.

El trabajo inicia con Hintelijenzia poliríkmyqa, un interesante ejercicio que funciona como abrebocas y al mismo tiempo, al parecer, como una exposición de lo que estamos a punto de escuchar. Termina convirtiéndose en una pieza minimalista en lo musical pero con estas mezclas de tambores y beat inmediatamente uno desea escuchar todo el disco.

Continúa Chiquishow que parte de un sampler de una voz infantil. Se como desarrolla una pieza más oscura con mucho énfasis en los bajos y posteriormente desarrolla en algo más bailable y abierto.

Tráete un rum incluye el sonido se unas copas en la percusión y va por una onda mucho más clásica que me recuerda progresiones de The Art Of Noise. No me opongo tiene la colaboración con las dominicanas de Mula. Esta es su tercera colaboración juntos y desemboca en una pieza sensual y con mucho caribe estereotipado.

Tú me haces es estructuralmente house music en el estricto sentido de la palabra. Cuenta con el aporte de Mediopicky, quien con su voz aporta una reinterpretación del género. Montaje certificado es un tecnopop muy europeo con un aire de sofisticación interesante. El dubstep hace su aparición de la mano de Debate simio, una colaboración con Me-ra.

El dueto Paraísos colabora en la canción Severo pato. Aportan voz, guitarra y sentir tropical en este tema electro pop fusión. Itytir continúa con la linea electro pop (un poco Bjork), puede ser mi favorita del disco. Un destiempo controlado es el principal denominador en POI3m1k4. Una pieza hausera de fiesta en una terraza en la tarde.

Así finaliza R-A-B-I-A. Con sus títulos de canciones que algunos parecen nombres de archivos fallidos de tesis. Con una premisa inicial rota pues el disco va en un espectro más amplio de lo uno imagina.

Mauricio Alvarez regresa tras cinco años de silencio con su quinto trabajo musical. Ecléctico, controlado y claro. Nos narra su regreso a vivir a Bogotá luego de pasar los años de la pandemia viviendo en la costa. Un disco conceptual y personal.

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