Por Manuel Estévez
@sonoadicto

Wolverine es uno de los nombres de superhéroes más difíciles de traducir al español. Hace referencia al glotón, un fiero animal de la familia de las comadrejas que habitan el Polo Norte. Es pequeño, enfrenta a enemigos más grandes, fuerte, de pelaje muy resistente, sana rápido de sus heridas y posee garras capaces de rasgar cualquier cosa en la naturaleza.
Traducciones como Guepardo, Lobezno, Aguja dinámica u otras, se quedan cortas frente al poder del glotón y se prestan solo para chistes de los nerds frente a las traducciones españolas y/o latinas. En inglés está perfecto.
En las historietas es un personaje muy musculoso, que apenas rebasa el metro con cincuenta. En el cine, el espigado Hugh Jackman ha logrado adueñarse de su personalidad, su carácter y su rostro.
Valiéndose del multiverso, tan de moda actualmente, Ryan Reynolds interpreta por tercera vez a Deadpool y en esta ocasión debe encontrar a Wolverine para que le ayude a salvar su universo de los planes malvados un agente corrupto de la TVA.
Los actores, que en la vida real son bastante amigos, logran una química envidiable en la pantalla. Se nota la diversión, la buena onda, y además el deseo que los dos tenían por hacer esta película. La cual, de hecho, parte de la premisa de que Logan ha muerto. Como sucedió en la película dirigida por James Mangold en 2017.
Empecemos por lo bueno. Es la reiteración del Wolverine desatado y sangriento que combina con la repulsiva forma de ser de Wade Wilson. Tiene muy buenas escenas de acción, buenos efectos visuales, chistes que pueden o no pueden hacer reír pero todo el tiempo están retando la censura que se le adjudica a Disney. Muy duro se para Ryan Reynolds para que la productora le permita hacer esta película. Disney y Deadpool no son compatibles.
Una buena escogencia de música, como ya nos tiene la saga acostumbrados. La infaltable canción de AC/DC (Hell Bells), una masacre con coreografía a ritmo de los Backstreet boys y una escena épica con el fondo de Like A Prayer de Madonna, canción que costó $30 millones de dólares incluir.
Y sí, hay fan service todo el tiempo, pero para quiénes somos fans de Marvel es un deleite. Emotivos cameos, la presentación de Stan Lee y las referencias a los personajes clásicos, incluyendo sus vestuarios.
Es un tributo a 20th Century Fox y New Line Cinema con sus héroes adaptados de este universo. Películas que fueron exitosas, otras destrozadas por el público y la crítica, y lo más importante, otras que jamás se hicieron y serían la fantasía de cualquier ñoño. A esta altura tanta gente ha visto la película que no sé si incluir spoilers, creo que para nadie son secreto la mayoría de los giros incluídos.
Lo no tan bueno está por el lado de un guión que tarda mucho en arrancar, con un ritmo que no comienza del todo bien tras una primera escena salvaje. Luego el final me parece calcado de la nostálgica versión de este año de Profesión Peligro.

Unos villanos que pudieron ser mejor presentados. En el caso del agente Paradox porque es patético e inofensivo y en el de Casandra Nova porque pudo haber aniquilado a los héroes a los 15 minutos de película y no lo hizo. Su premisa cambia de manera incomprensible y el enfrentamiento final termina siendo cualquier cosa. Una chiflada Emma Corrin interpreta a esta Sinead O’Connor mutante nivel omega.
El guión plantea a Deadpool como el salvador de Marvel y al mismo tiempo se queda corto en incluir a más personajes de las series y películas. No logra configurar completamente la fusión entre Fox, Marvel y Disney. Por momentos, es soso. Están bien los chistes que transgreden y se burlan de Disney y Marvel como corporaciones pero el humor de pedos y sexo anal se agota rápido y cansa.
Si tomamos Deadpool y Wolverine como lo que es, una comedia sangrienta y vulgar, con excelentes sorpresas para los fans y el sentido corporativo de unir los universos gracias a la ruptura de la cuarta pared. Vamos a pasar un muy buen rato. Si esperamos algo lírico y elevado, lo dudo mucho.
Por ejemplo a James Mangold no le hizo ninguna gracia este crossover. Se le debe mucho a este director que rescató al personaje luego de la no tan valorada Wolverine Origins, casualmente el debut de Reynolds como Deadpool, su debut en Marvel se da en Blade Trinity en 2004.
Leía a alguien que escribió que le damos con todo a los directores serios y a este Shawn Levy le permitimos estas licencias de mediocridad. Es posible. Pero siempre hay que ver para qué fue hecha la película. Cuál era su intención.
Soy más amigo de la segunda entrega del ‘Bocazas’. Creo que esta funciona, aun sin la mutante Domino. Continúa con la historia y divierte. Ya veremos si es cierto que a Jackman lo van a tener actuando en el papel de Wolverine hasta los 90 años.
