Descubre la ciudad de Honda: Historia, cultura, y la Magdalena Fest

Por Manuel Estévez

@Sonoadicto

La historia de mi familia hondana es emotiva. Es la familia por el lado de mi abuelo materno. hombres dueños del río Magdalena en sus barcos, músicos y además personas que hacían mucho por la ciudad. La Villa de San Bartolomé de las Palmas o cómo se conoció después Honda (en homenaje a las indios Ondaries) es una ciudad llena de contrastes. Ardiente como el sol y seca como la arena.

fotografía tomada de https://www.tolima.gov.co.

Como puerto sobre el río Magdalena cumplió un papel importante en la colonización de la zona del Tolima Grande. Por vía fluvial llegaron incluso techos de Iglesias que mandaban a traer de Europa.

Una red de túneles construida por los españoles permitía una rápida huida a Santa Fe de Bogotá en caso de una revuelta. Además de múltiples caminos reales que fueron recorridos por resistentes hombres con criollos y europeos a la espalda.

El barco del bisabuelo. Colección familiar.

Los Abuelos

Empecemos hablando de mi bisabuelo Fabio Cardenas. Fundador del primer periódico de la ciudad llamado El Brinco. Un hombre liberal, devoto de las Ánimas del purgatorio y gran intérprete del tiple y la guitarra. Desde su imprenta denunciaba los malos manejos y ponía en evidencia detalles incómodos de la localidad. Delgado, trigueño y con bigote.

Su devoción, según me contaba mamá, lo salvó varias veces de atentados contra su vida. Ya que por su tendencia política y los enemigos que había suscitado con el periódico no era querido por todo el mundo. Se dice que cuando iban a atentar contra su vida lo habían acompañado de una multitud de personas, según mi madre las almas del purgatorio que lo acompañaban.

Como capitán de barco recorrió el Magdalena. Según los recuerdos de mi madre era un hombre justo, amable y muy serio.

Su esposa Adelaida Gómez, descendiente de un francés que vino a construir las vías férreas en Colombia. Era una mujer delgada, de ojos azules, el cabello blanco y una aristocracia que le brotaba por los poros.

Acostumbraba a trenzar su pelo y hacerse peinados elaborados y elegantes. Fue una gran aliada para su esposo. Falleció en Bogotá en nuestra casa en chapinero pero fue enterrada en el cementerio de Honda.

Antonio Cárdenas fue mi abuelo. Un hombre con una mentalidad férrea. Amante de la música, tocaba violín, triple y guitarra. Antonio tuvo nueve hijos vivos. Los cinco primeros nacieron en Honda, los restantes cuatro en Manizales ya que por su trabajo viajaba mucho.

Fue mecenas, junto a otros amigos, de un muchacho humilde aspirante a torero. El nombre de este jovencito era José Eslava, al pasar de los años se convertiría en Pepe Cáceres y jamás le agradeció a ninguno de ellos por haberle ayudado a surgir.

Mi mamá y sus hermanos

Su primogénita Diana fue una mujer rebelde, voluntariosa y que siempre lograba salirse con la suya. No aceptaba no como respuesta. Buscaba la forma de que las cosas sucedieran a su gusto. Tocaba un poco la guitarra, pero su interés era el baile y admiraba a Lucho Bermúdez, Beethoven y al grupo Niche.

De mi madre heredé la empatía por las personas, el temperamento controlador y el gusto por ver películas. A través de ella conocí muchas anécdotas de Honda. Me contaba de cómo desde el puente sobre el río Magdalena se podían ver a los caimanes retozando en la playa cuando ella era pequeña.

Cada enero de subienda de peces íbamos o hacíamos traer pescado abundante y comíamos hasta la saciedad. Bagre, nicuro, bocachico y capaz. Mi mamá era una mujer delgada. También sacábamos al menos un día para ir a piscinear al balneario Agua, Sol y Alegría.

Hace poco más de un año mis tíos regresaron a Honda a buscar sus raíces y recordar. Viniendo de distintas partes del mundo se reunieron para hacer este viaje. No pudieron saber cuál era la casa de los abuelos le tomaron foto a cuatro que se parecían, sí encontraron la casa familiar. Mi tío Antonio de Jesús me comentaba con tristeza que sus conocidos ya habían fallecido.

Me contó sobre la botica de Alberto Cerón. El Teatro Unión, donde lo llevaba la abuela a cine y a veces se reventaba el carrere. Me señaló que los hondanos eran gente brava por sus antepasados los belicosos indios Pijaos.

Que una vez vio una mula hundirse en el suelo y otra vez, que perdió sus papeles en la zona de tolerancia, una hechicera lo atacó mientras dormía. Que la vecina Ambalema era un pueblo de brujas, y eso hacía de Honda un lugar paranormal.

Algunos lugares de Honda

Honda tiene lugares que recuerdo como el puente Pearson, un cruce férreo sobre el río Gualí que data de 1907. Solo los valientes se atreven a cruzar a pie, yo nunca fui valiente así que la segunda vez que lo crucé me paralicé y tuvieron que ayudarme. 120 mts de longitud y casi veinte metros de altura.

Puente Pearson. Foro tomada de http://tiberiomurciagodoy.blogspot.com

Otro lugar que me evoca es la plaza de mercado. Ahí las primas Roldán a conseguir comidas y sabores como solo se encuentran en el Tolima. Arriba de la plaza está el alto de la iglesia del Rosario. Diana muchas veces me contó la historia de cómo un carro perdió el control bajando ente empinado desnivel de ese alto y terminó clavado entre los puestos.

El cementerio tiene más de 220 años de haber sido construido. Es patrimonio nacional debido a la belleza de sus tumbas como estatuas y bellas flores punto es el último la última morada de Fabio, Adelaida y mi tía Marcela, quien falleció siendo adolescente.

Teatro Unión. Fotografía tomada de https://www.flickr.com/photos/arquitecturanatural/5659558259

Los nuevos Hondanos

Las nuevas generaciones hondanas han hecho lo suyo también. No puedo dejar de mencionar a César Pardo, periodista, jefe de prensa y músico. Fundó su banda de rock alternativo Teatro Unión como un homenaje a este espacio administrado en los 50s por los hermanos Urueña. Actualmente, y gracias a Gregorio Sokoloff y Christina Sewerin, se ha recuperado luego de casi 120 años de altas y bajas.

Paola Castillo, exdirectora de Midbo, me comentó que era hondana y que existía una iniciativa para recuperar la ciudad y su abolengo. Honda venía decayendo.

La Magdalena Fest

Luego me enteré que era Carolina Rojas, a quien había conocido hace una poco más de una década en el Ministerio de Cultura, quien lideraba este festival para recuperar la magia, la cultura y la tradición hondana.

Este año, La Magdalena Fest llega a su séptima edición. Invita al río Meta como una celebración de los 100 años de la novela laboral la vorágine. La programación incluye conversatorios, talleres, conciertos, obras de teatro, danzas y gastronomía.

17 y 18 de agosto. 40 actividades diferentes divididas en 11 escenarios emblemáticos de la ciudad. El Teatro Unión, El Museo del río Magdalena, el Auditorio de la Cámara de Comercio de Honda, Casa Museo Alfonso Lopez Pumarejo, Morada Rosada, Antigua Estación del Ferrocarril, Plaza de las Américas, Casa de los Conquistadores, entre otros.

Revise la programación en https://www.lamagdalenafest.com/honda/

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