Por Manuel Estévez

@Sonoadicto

Hip Hop al Parque es el segundo festival más grande que organiza Idartes después de Rock al Parque. Cada año este evento llena durante dos días el Parque Metropolitano Simón Bolívar.

Es una cita a la cual tradicionalmente sólo asiste el público del rap, debido a los estereotipos y a la mala publicidad que hay en torno a él. Han sucedido temas complicados de desorden, peleas y hurtos.

Este año se sintió diferente. Desde la música en las tarimas a las actitudes de las personas en el público. No hubo riñas, ni botellazos, no insultaron a los artistas y todo transcurrió en una tranquilidad que evidentemente debería reinar siempre.

Es un evento que está a la suerte de su escena y así es manejado. Es un oasis en que él mismo se difunde, promueve y asiste. Un onanismo musical que en tiempos de globalización le puede pasar factura.

Sería valioso que desde la administración se buscaran mecanismos para cambiar la percepción que se tiene del Festival. Actualmente el rap mueve mucho más público joven que el rock en el mundo.

La mayoría de los artistas que se presentan en este festival han tenido giras internacionales, producen discos de alta de calidad y colaboran con músicos importantes. Además del innegable impacto social también hay negocio. Uno mucho más organizado que en otras escenas.

La parte técnica ha mejorado con los años. En el rap es vital que la letra se entienda y esto lo ha comprendido el equipo de sonidistas que trabaja para el festival. En general todo se escucha claro, con los volúmenes necesarios Y a lo largo de todo el parque. La evolución y calidad de la producción de las pistas que usan los artistas han sido evidentes.

El rap tiene una particularidad sobre todas las demás manifestaciones artísticas de la ciudad. Funciona a dos niveles. Aparte de lo musical resulta una alternativa que los jóvenes de algunas localidades o sectores vulnerables adoptan como alternativa a la violencia, las drogas y las pandillas. El rap es un recordatorio del abandono gubernamental en todo el mundo.

En Hip Hop, a diferencia de los otros festivales, el público llega con sus propias ventas. Camisetas, discos, afiches; muchos artistas emergentes van el evento con la idea de promocionarse y de ganar dinero. La autogestión es una cualidad inmensa de la escena hip hop, que valora su trabajo y buscan obtener merecidas retribuciones económicas a cambio.

El rap en Bogotá ha tenido una calidad constante. Aun existen actitudes puristas del rap. A veces hay actitudes o propuestas que se sienten estancadas y repetitivas. Lo valioso es que esta es una escena que ha viajado, profesionalizado y va camino a convertirse en industria.

Ese año 2024 tuve la oportunidad de estar el sábado y me encontré con un panorama muy diferente de lo que había escuchado a través de Spotify. Disfruté más a los artistas en vivo.

La jornada inició con Ciudadano Z, un viejo conocido que hace unos años fue cantante de la banda Deep trip, desde hace una década está trabajando en su proyecto solista como MC. Se presenta con músicos en vivo y su propuesta es más bien reflexiva frente a la vida.

Dj Mister Diamonds, prendió la rumba de la poca gente que estaba presente a la una de la tarde en el parque. Buen dominio de la torna, buena energía y un crossover muy chévere con salsa clásica.

Después pude ver la primera de tres batallas de los b-boys. El breakdance siempre será importante para esos eventos. Ya vimos el fiasco de los Juegos Olímpicos, la verdad esto no tiene nada que ver. Los artistas bogotanos son dueños del ritmo y también del físico para emocionar y generar admiración entre quienes los vemos.

A la 1:30 de la tarde se subió a la tarima a la MC bogotana Hanna Hasen. Su performance es un rito en torno a la feminidad y su papel como vocalista de música negra. Combina el RnB, el soul, el jazz y el rap. Sus hermanas la acompañan en tarima, ellas son maestras de breakdance, y funcionan como edecanes para esta muy bonita presentación.

KCK es una artista antioqueña con trayectoria y un camino de aprendizaje sobre la tarima. Su show estuvo adornado por el vibrante carisma que ella presenta. Siempre sonriente disfrutando su interpretación, estuvo radiante. Le admiro haber podido llevar un gabán bajo ese sol abrasador.

Llegó el turno de DJ Tony Touch, un artista neoyorquino que desde la década de los 90 ha venido trabajando en la escena del hip hop. Durante su ya extensa carrera ha colaborado con artistas como Eminem o Busta Rhymes. Ha incursionado en el house, el reggaetón, el dancehall y otros ritmos. Un señor con toda la trayectoria que por supuesto movió al público asistente con toneladas de energía rítmica.

Frank Takuma ha consolidado una carrera artística importante en los 10 años que lleva como solista. La gente corea sus canciones con mucha emoción y eso es un indicador bien importante. La estética de su show está basada en la cultura samurai. Se destaca un gran dominio del escenario. Promediando el concierto invitó al MC Ruzto a compartir un tema.

Tras esto visitamos la zona de emprendimiento y fuimos a almorzar. La asistencia de público estaba regular, tanto que la gente de los restaurantes eran quienes nos llamaban. A esa hora el Parque estaba en un 40% de aforo.

La caminada es larga, así que aprovechamos para ver las batallas de freestyle. Una disciplina respetable y dificil de ejecutar en la cual, al estilo de las coplas, los MCs se pelean con rimas y el jurado decide al ganador.

Tras descansar un poco, adelantar trabajo de edición y estar atentos a las ruedas de prensa en la en la carpa, llegamos de nuevo al escenario principal para sentir la energía tremenda de los Hard Crew. impresionantes. En el momento en que nos asomamos tenían al parque saltando. Para ese momento el aforo del parque estaba en un 70%. Gran presentación, una puesta en escena con elementos prácticos, muy efectiva y sobre todo vital.

El rap español se ha convertido en invitado permanente al festival. El dúo de MCs Rapsusklei de una muy buena presentación. El human beatbox y la energía fueron increíbles. Conexión directa con el público. Su actitud es como si estuvieran conversando en la sala de su casa.

En ese momento ya nos retiramos y bueno esperaremos a que pase un año y veremos qué sucede en el próximo Festival Hip Hop al Parque. Pero no olvidemos el valor artístico, social y como movimiento que el rap y la cultura hip hop generan en el mundo.