Por Manuel Estévez

@Sonoadicto

El Reino de Kensuke es un lugar en la imaginación, es una reflexión o simplemente un sitio donde todos iremos alguna vez. Sally Hawkins y Cilian Murphy protagonizan la película animada El Reino de Kensuke. Una producción en 2D del corte clásico de Disney en su estética. Nos lleva a un lugar mágico más allá de la imaginación.

Esta película está basada en la novela homónima de Michael Morpurgo. Es una producción dirigida al público infantil qué reflexiona sobre las relaciones entre hijos y padres, la confianza, la voluntad humana, el respeto por la naturaleza y la autoridad filial.

Una noche de tormenta, el joven Michael y su perra Stella, caen de el Peggy Sue, velero en el cual su familia está realizando una travesía por el Océano Pacífico. A la mañana siguiente despiertan en una isla desierta donde conocen a Kensuke (Ken Watanabe) un antiguo marino japonés que les ayuda a subsistir.

Kensuke vive aislado del mundo en una convivencia perfecta con la naturaleza y los animales que ahí habitan, especialmente los primates. Huye de un pasado terrible producto de la guerra y sus tragedias. Al principio la convivencia no resulta sencilla pero lentamente juntan sus soledades y se entienden.

Aaron MacGregor interpreta la voz de Michael, un adolescente que sufre por no ganar la confianza de sus padres (Hawkins y Murphy) en él y trata de demostrar que ya es una persona madura. En su viaje aprende mucho y no siempre con las lecciones más amables.

Neil Boyle y Kirk Hendry dirigen esta coproducción británico francesa que tardó más o menos 3 años en realizarse fue estrenada en el Festival de cine de Annecy en Francia.

La animación, recurre a la emotividad de los rostros de los personajes. Está combinada con otras técnicas, que recuerdan que esto es un arte y así lo plasman. Las escenografías, algunas planos tipo acuarela y los sutiles cambios de textura. Nos muestran un trabajo minucioso. Un minimalista pero elaborado proceso.

La música por Stuart Hancock, nos lleva por un viaje de aventuras y emociones. Es una orquestación clásica de este tipo de peliculas. Es emotiva y nos conecta de manera eficaz con la estética general del proyecto.

El Reino de Kensuke es una bella película. Valiosa por múltiples mensajes que da a la audiencia. Difícil por momentos, porque logra conmover hasta lo más profundo del ser. Una producción franco británica sencilla y sin toda la parafernalia de otras casas de animación.

La vi sin demasiadas expectativas. Me tocó bastante y me hizo sentir tranquilidad, miedo, impotencia, tristeza y soledad. Su animación y música me conectaron con las películas que veía cuando era niño. En sí, una buena dosis de nostalgia en medio de los mensajes positivos.

Véanla en sales de cine a partir de agosto 22.