¿Oasis la ilusion gamberra?

Por Manuel Estévez

@sonoadicto

Hace cerca de 30 años surgió la Frecuencia joven de la Radiodifusora Nacional de Colombia (ahora Radionica). Un oasis para la música alternativa, el rock y el metal.

Programaban la canción Live Forever, un himno tributo a los rockstars muertos. Combinaba voz dejada, guitarras bien distorsionadas, algún sonido madchester o shoegaze. Una canción sencilla pero efectiva.

La banda era Oasis, después nos enteramos eran los supuestos rivales de Blur, banda que ya veníamos escuchando en Colombia gracias a los bares alternativos de Chapinero.

Los hermanos Gallagher oriundos de Manchester, eran la respuesta británica al grunge. Junto a bandas de menor impacto como Bush o Stiltskin. Todos sonaban en la radiodifusora.

El programa Tú y tu música, patrocinado por una gaseosa, ayudó difundiendo los videos de Oasis. Creo que mi canción favorita después de Live Forever es Supersonic. Cómo suena esa batería de potente, cómo se siente el desprecio de Liam por todo, cuán sencillos pero expresivos son los licks de guitarra de Noel.

Poco a poco se filtraron detalles de la personalidad complicada y conflictiva de estos hermanos. Sus peleas, sus odios por un montón de artistas, sus borracheras épicas y el nihilismo con que asumían su vida.

Oasis más que un grupo de rock convencional pasó a ser una marca, un estilo de vida clase media que eclipsó a muchas bandas de su generación. Se les calzó a la fuerza en el britpop, sabemos que no tienen relación con Blur James o Pulp. Oasis es Stone Roses con esteroides.

No sé en qué momento su música me dejó de interesar. Les cogí pereza. Ese plagio de John Lennon por Liam me era insoportable. La pose de ser consumidos por la fama, la grandilocuencia del discurso; una banda pretenciosa que ya no era atractiva para un joven que buscaba lo alternativo como yo.

Claro, hay cuestiones significativas y anécdotas que recuerdo mucho con Oasis. En una ocasión le preguntaron a Noel Gallagher cómo se sentía ser la mejor banda del mundo. Él encogió los hombros y respondió: pregúntale a The Verve.

Una divertida. Cuando estaban tomando las fotos para el Google Street View captaron a los Oasis tomando cerveza en un pub. Como parte de todas esas extrañezas y bloopers de la realidad que registradas durante esas sesiones fotográficas.

No es un detalle menor que siendo tan admirador de Los Beatles hayan tenido durante años como baterista a Zak Starkey, hijo de Ringo Starr, actualmente vinculado con The Who como reemplazo de su padrino Keith Moon.

Una muestra del gran fervor popular que tienen es el hecho de que Noel entrevistó a Pep Guardiola, técnico del Manchester City, porque el fútbol también está involucrado con Oasis.

Personalmente tengo una historia bonita con Noel Gallagher. Cuando Debutó en Bogotá en Estéreo Picnic yo estaba como fotógrafo en el foso. Previo al show, salió un asistente y nos leyó textualmente un disclaimer en el cual el señor Gallagher nos pedia no grabar ningún video para fines diferentes de cubrir el evento.

Nos garantizó que durante los dos primeros temas él iba a tener toda la exposición para posar para nuestros lentes. Así logré un bonito retrato de Noel.

El mundo está en shock porque anuncian su reunión punto dejan atrás años de odio familiar y disputas legales por las canciones. Noel con su agrupación y Liam con el proyecto que venía desarrollando junto a John Squire de Stone Roses no habían dejado de hacer música.

Nunca he sido los más virtuosos, tampoco juiciosos y así han logrado tener un fandom importante a su alrededor. Llenar el festival de Knebworth o Glastonbury son lujos que muy pocos se pueden dar y ellos lo hicieron.

Los mismos verdes qué hicieron reconciliar a ABBA, luego de años de fastidio entre los integrantes, reúnen ahora a estos antiguos gamberros. Para mi gusto es más una banda de anécdotas y escándalos que musical.

Claro, tienen temazos llevados al nivel de himnos. Posiblemente Wonderwall es la canción británica más importante de la primera mitad de los 90s, en la época alternativa.

Canciones como Don’t look back in Anger o Champagne Supernova son maravillosas. Para mí son excelentes canciones de un grupo que después se descarriló buscando de romper el mercado musical con la fórmula de los rockstar en un momento en que eso ya era caduco.

Vaya a saber si está sorpresiva reunión está ligada con una muy bien pensada campaña mediática, gestada desde hace mucho tiempo y en realidad los hermanos Gallagher se vean cada domingo en la casa de sus papás para comer fish n fries.

Sería un detalle muy Oasis si se echan para atrás con la reunión y salieran hablando en tv mal de ellos mismos y de Taylor Swift. Un bloque más a la pirámide de su mito extramusical. Lo más posible es que se junten, hagan unas fechas y se especule con un nuevo disco, no más.

Oasis es el Maradona del rock. Mitad arte, mitad postura. Un ingenioso artilugio de vender música disfrazada de comidilla para los medios. Sí, tuvieron grandes canciones, pero evolucionaron hacia cosas no auténticas que los apartaros, al menos de mí.

Su influencia está viva y su legado existe en fans alrededor del mundo. Muchachos normalitos que tocaron el cielo y luego perdieron su norte. Un alivio cómico en las bolas que tienen para ser tan deliciosamente bocones. Al mismo tiempo la sangre de haber sido unas superestrellas del rock alternativo, las últimas reconocidas mundialmente.

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