La Lógica del escorpión. Reseña detallada y análisis

Por Manuel Estévez

@Sonoadicto

Charly García es un personaje venerado Y odiado por igual. Por mi parte creo que es el músico argentino más brillante de la historia del rock y es solo comparable con Spinetta, Carlos Gardel o Astor Piazzola.

Nunca he conectado con Sui Generis, Serú Girán es un gusto adquirido en la vida y continuó enamorado del Charly García de los 80. Aquel que descubre el New wave, las cajas de ritmos y el eclecticismo en Nueva York y lo lleva a un nivel de excelencia musical. El Charly García influenciado por Talking Heads, James Brown y Prince, es mi favorito.

A sus 72 años Charly presenta su más reciente disco, posiblemente el último dicen algunos. La Lógica del escorpión es un trabajo que trae temas ya presentados en vivo, reinterpreta otros, se samplea a sí mismo y reúne a colaboradores muy importantes en la carrera del artista.

Este no es un complaciente artículo para fans, aunque se ha escrito por uno. A este nuevo estilo que planteó desde La Hija de la lágrima y que recuerda artistas como Manu Chao que se reinterpretan una y otra vez.

El artista argentino demuestra una y otra vez que es un amante del robo y del auto robo. Siempre buscando referencias en sus artistas favoritos o en sí mismo.

El álbum abre con Rompela, traducción de breaking up canción incluida en su disco Kill Gil, una parodia de Kill Bill. A qué se disfraza un poco de Elvis Costello y logra una interesante pieza new wave con mucho mejor producción y una musicalidad interesante y con mucho aire.

Yo ya sé son dos minutos de una bonita armonía y frases como que Freud y el internet arruinaron todo. Me gusta la manera como intervienen los arreglos de cuerdas y son una denominación común en todo el tema. La voz de Charly se siente amable, casi paternal. Por momentos parece muy tosca para la armonía tan dulce.

En El Club de los 27 Charlie invita a su ex compañero de Serú Girán, el guitarrista David Lebon para una especie de blues no tradicional. Se refiere a la inversion de los 72 años que cumplió en octubre del año pasado.

La guitarra de Lebon navega con maestría entre los acordes no siempre tan estables que le plantea la armonía. Termina con un sampler alegórico al asesinato de John Lennon.

Lebon también lo acompaña en La Medicina N 9. Este título puede tener dos explicaciones, las medicinas de los hospitales psiquiátricos que se enumeran para evitar que la roben o la más sencilla y es la alusión al álbum blanco de Los Beatles.

Acá resulta es preponderante es el trabajo de Hilda Lizarazú y Rosario Ortega en los coros. Charly como una voz principal y estas dos talentosas artistas generando una atmósfera grande en torno a sus palabras.

La caja de ritmos aparece para recordar su trabajo de los 80 en esta reversión de la canción Te Recuerdo invierno, original de mediados de los 90 con su proyecto Casandra Lange.

Autofeminicio es la canción que más me gusta musicalmente del disco. Guitarras eléctricas fuertes, con cajas de ritmos y las voces angelicales de las coristas ya mencionadas.

No entiendo mucho de lo que dice Charly, sobre todo al principio. Estoy en desacuerdo con minimizar los temas emocionales, aunque siento que a veces si les damos demasiada importancia.

En América se reúne con su colaborador más talentoso. El bajista Pedro Aznar. Una guitarra acústica con efecto de delay y una clara alusión a I’m Afraid of the Americans de David Bowie. Aznar saca el lado más positivo de Charly. Es una gran canción con los sorpresivos giros melodicos.

El lado B inicia con Juan Represión, una vieja canción de Sui Generis de 1974. Esta forma parte de la época final de la agrupación, en una faceta mucho más progresiva. Acá me parece que Charly simplifica un poco la armonía y la melodía de la voz que en la versión cantada por Nito Mestre. Esa tenía mucho más aire y desarrollo.

En Estrellas al caer, como primera observación se recurre a un sintetizador arpegiado y un fill de batería impresionante para dar entrada. Es una reversión de la canción Chipi Chipi contenida en La Hija de la lágrima. Cambia las palabras pero la melodía y la armonía son las mismas. Se le da una ambientación espacial que le viene muy bien.

La pelícana y el androide es cuento aparte. El único que puede hacer este tema es Charly García. Toma un demo de la canción que encontró en YouTube y ayudándose con tecnología recrea la voz de Luis Alberto Spinetta.

Un cover realizado con ouija e inteligencia artificial de una canción muy bonita que Luis Alberto y él trabajaron juntos. Publicada en su disco Privé suena muy poderosa en esta curiosa versión.

Le sigue otro cover Watching The Wheels original de John Lennon y por la cual debió luchar mucho para obtener los derechos de grabación. Originalmente publicada en 1980, en el último disco que presenta John Lennon, el Double Fantasy.

Guarda alguna similitudes armónicas con Imagine y resulta una canción sumamente generacional e influyente. Charly va mucho más allá del piano y la versión semiaústica original y se va por algo más distorsionado. Sinceramente me quedo con la original.

La canción que da nombre al disco, narra la fábula de la rana y el escorpión. Suena como un radio teatro que inicia sobre la música de la canción anterior y tras un lapsus actuado prosigue sobre una composición sencilla de piano con una escala oriental. Es una declaración de principios, y por qué no una despedida.

El décimo tercer tema y último tema es Rock and Roll Star, para esa invita a su colaborador más famoso. Fito Páez lo apoya en este cover de The Byrds, una banda que lo ha obsesionado desde hace mucho tiempo y quienes realmente marcarin un momento en la música de los años 60. El cover me parece gratuito, lo veo como un capricho de Charly y nada más.

He visto a Charly dos veces en vivo. La primera fue un fracaso absoluto de licor como estridencia y locura. La segunda fue en Rock al Parque donde estaba totalmente tieso como un muñeco de medicamentos, legales supongo. Nunca he visto presencialmente al músico virtuoso y entregado.

Creo que La Lógica del escorpión puede o no ser un disco de despedida como muchos han vaticinado. Es la colección de canciones que presenta un hombre que no tiene nada que demostrar ya y sin embargo tiene momentos muy bonitos y altos dentro del desarrollo del mismo.

La principal virtud de este disco es la nostalgia que despierta y la intacta capacidad musical de Charly. Puede presentar un disco horrible e igual va a llamar la atención de la gente.

Este ha sido un trabajo supremamente mediático y que ha recibido elogios inmensos de la crítica que se ve por internet y televisión. Estimo que tiene sus muy buenos momentos, otros regulares. Veo a Charly en este momento de su vida como una suerte de Bob Dylan futurista y con un vasto conocimiento.

Creo que La Lógica del escorpión pasa a la historia como el disco que hace que esta generación voltee de nuevo a ver al genio argentino.

Quizás ideológicamente no estoy de acuerdo con él en cosas. Para mí reinventarse está por otro lado. Pero de ahora en adelante trataré de seguir su consejo, ese que dice: copiar es de mediocres, robar es de genios.

Tatiana Mendoza me dio la idea de la imagen de Higuita y propició esta reseña.

Deja un comentario