A comienzo de la década del 2010 surgió una camada muy importante de bandas de rock en Bogotá. Agrupaciones como Schutmat trío, Revólver plateado, Diamante eléctrico, entre otros. Lograron un sonido definido y que sonaba a Bogotá.

Oh’laVille desde el principio se decantó por un sonido pulido, la composición de canciones y en sus inicios bastante girado a lo acústico. Junto a Diamante eléctrico quizás son las bandas que han tenido una producción y una permanencia más destacada y constante desde esa época.

Este cuarteto de amigos empezó a tocar desde desde que sus miembros eran muy jóvenes y esto ha generado que se comporten como una familia en su interior.

Andrés Sierra ha sido el bajista desde la fundación. Es un músico a quién le interesa escuchar música, otros géneros y que está pendiente de la movida moderna. Su primer amor definitivamente es Oh’laVille.

Nos lo encontramos en el BOmm, en los camerinos del Delia Zapata. Hicimos una nota tranquila, íntima y reveladora acerca de los detalles de la banda, su funcionamiento interno, sus planes, la partida de su baterista original, los halagos, su posición frente a la música pop joven y mucho más de 10 años de carrera artística.

Están preparando su quinto trabajo de estudio y un gran concierto en el Lourdes Music Hall el 4 de diciembre.

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