Betterman: La Lucha de Robbie Williams Contra sus Demonios

Por Manuel Estévez

Por absurdo que parezca no soy la única persona que se identifica con Robbie Williams tras ver Betterman.

He visto usuarios de redes sociales asegurar los mismo. La razón es muy simple: es una biopic honesta donde no se idealiza para nada la imagen del cantante.

Foto cortesía Diamond Films.

«No existe algo como un don nadie»

Betty Williams.

Robert es un niño del oeste de Inglaterra. No tiene talento para el fútbol. Sí carisma al subirse a una tarima y entretener a las personas.

Cualquier día su padre, el humorista y cantante amateur Peter Conway, decide no regresar a casa. Esto impacta en el muchacho. Resiente este abandono y trata por todos los medios de recuperar el amor que el hombre le niega.

Robert vive con su mamá (Kate Mulvany) y Betty (Alison Steadman), la abuela paterna. Esta última se convierte en su apoyo en su deseo de ser cantante profesional.

El inescrupuloso pero exitoso manager Nigel Martin-Smith (Damon Herriman) lo convoca para Take That, una boy band donde Robert interpreta al chico malo. No es empleado como cantante principal ni compositor, por lo cual recibe el salario más bajo entre los integrantes.

Nigel Martin-Smith le hace un inmenso mayor favor al reducir su nombre a Robbie. Así crear una marca revolucionaria de la música en los 90s: Robbie Williams.

Ante el éxito temprano llega una demoledora ruta de alcoholismo y drogas. Le sirven como placebo para su baja autoestima e inseguridad.

Tras un desfallecimiento por sustancias en un concierto, la ya deteriorada relacion con su manager y compañeros estalla. Sale por la puerta de atrás del grupo Take That.

Tras un periodo de depresión y consumo decide organizar su vida. Recurre al productor Guy Chambers. Juntos consolidan una carrera solista inesperadamente exitosa.

Todo esto en medio de su pico máximo de graves problemas emocionales, adicciones, pérdidas, agobio con la fama. Su ego lo impulsa a seguir adelante.

«El ego ha aterrizado»

Título de un disco recopilatorio pensado para el mercado estadounidense.

Es una mezcla salvaje. Un tipo capaz de ser frágil y un rato más tarde retar a pelear a Liam Gallagher de Oasis en medio de una gala de Premios Británicos de la musica.

Un adolescente provinciano vulgar e inmaduro con el ángel y la belleza suficientes para que la gente lo quiera, soporte y admire. Logra ser el centro de atención, es su superpoder.

«Light them up»

Peter Conway.

Peter (Williams) Conway (Steven Pemberton) es un hombre de mediana edad. Tosco y presumido. Un pésimo padre quien hizo menos a su hijo y nunca ocultó que no encajaba en sus planes de vida.

Conway, un artista indie con sentido de profesionalismo. Heredó estos genes a Robbie y le dio las herramientas de venganza, decepción y arte para motivar su carrera.

«I’m loving angels in stare»

Robbie Williams.

A pesar de la poca fortuna con el padre que le correspondió contó con la presencia permanente y el amor de su mamá y su abuela.

Foto cortesía Diamond Films.

Better man tiene momentos de gran ternura. Nos hace reflexionar. A veces gastamos cantidades de esfuerzo en impresionar a quienes no les importamos y a quienes nos quieren no les damos su lugar.

Tampoco podemos odiar para siempre. La condición humana no nos permite ser perfectos. Hay instancias donde el perdón se convierte en una herramienta de bienestar propio.

«Me haces sentir innecesaria»

Nicole Appleton.

La vida sentimental de Robbie es un laberinto. En medio de los excesos había un círculo de hombres y mujeres dispuestos a satisfacerlo. Esos detalles hicieron que entender y valorar el amor verdadero fueron muy difíciles para él, sobre todo cuando era joven y estaba en la cúspide del éxito.

Es difícil de creer que actualmente viva la vida familiar que tiene ostenta orgulloso. Tres hijos y una esposa quién se ve feliz. El ambiente de Los Angeles, donde el artista no es tan conocido, les permite cierta intimidad.

En una entrevista reciente admitió que lo que más le dolió mostrar en la película fue notar el daño que le hizo a su expareja Nicole Appleton (Raechelle Banno).

Procedió a buscarla para disculparse y fue perdonado por la artista.

«Las canciones sólo son valiosas cuando nos costaron algo»

Gary Chambers, productor y socio compositor de Robbie

Acarreó problemas emocionales durante una gran parte de su vida. Ha luchado con la depresión y la ansiedad desde que es un niño.

La película tiene momentos coreográficos y musicales muy bien logrados. Se destacan la conmovedora interpretación de la canción Feel cuando es niño. Le canta a su padre que sólo quiere sentir amor real.

Rock DJ viene acompañada de una coreografía intensa y muy bien lograda. Es una es un estallido de alegría durante una de las de los picos emocionales positivos de la película.

Come undone escenifica un momento en el cual por poco pierde la vida debido a su propio afán de autodestrucción y al fastidio que le produce ser menospreciado.

«La gente no viene acá a escuchar tus problemas. Viene a que les hagas olvidar los de ellos.«

Chris Briggs, manager de Robbie.

Hay cosas en Robbie Williams que nadie podrá replicar.

Cuando enfermó de COVID y estuvo aislado de su familia, transmitió karaoke para la audiencia online. Cantaba las canciones que le pedían sus seguidores.

En su famoso concierto de Knebworth, hizo subir a una fan muy bonita a la tarima. La mujer sin mediar palabra lo manoseó y él hizo lo mismo con ella. El episodio terminó en apasionados besos.

Alguien me contó que estaba haciendo un trabajo en un hangar en Inglaterra. Un tipo muy amable pasaba y terminaron charlando. Se sentaron, tomaron cerveza y finalmente el extraño se despidió porque filmaba un video en el hangar contiguo.

La sorpresa de esta persona fue inmensa cuando al día siguiente. Vio la foto del hombre que le había invitado a las cervezas en el periódico y era Robbie Williams.

Su talento, autenticidad particular y boca sin filtros. hacen de este artista alguien que jamás va a pasar desapercibido.

La película

Michael Gracey (El gran showman) nos presenta este emotivo videoclip de dos horas. Se nota cómo existe una perfecta armonía de conceptos entre el director, el artista y todo el equipo.

La edición confiere un ritmo ágil y juega de manera acordé a las ocurrencias de Robbie como narrador en voz en off de la historia.

Se culpa a la presencia del chimpancé y la inexistencia del artista británico en el mercado musical estadounidense de una taquilla desfavorable.

Creo que el equipo hizo un gran trabajo en general. Robbie siempre tuvo detractores, recuerdo que David Bowie decía que era un número para un crucero. Su personalidad es magnética y desagradable de forma natural y equitativa.

Exponer su vida íntima. Mostrar sus predominantes malos momentos. No es sencillo ni para el protagonista ni para su círculo cercano. En varias entrevistas asegura que ahora es otra persona.

Creo que todos tenemos derecho a una segunda oportunidad y las que sean necesarias. Somos nosotros quienes debemos permitirnos avanzar.

Si bien rompe estereotipos del subgénero al estilo de Rocketman (película biografica sobre Elton John). Cae en algunos clichés estructurales del biopic. La sostienen la exuberancia visual, la impertinencia de Williams y los contrastes de una vida de claroscuros.

Posdata

Los que se quejan del chimpancé en CGI deben ir y ver la película.

Primero es un trabajo de animación muy completo y de alta calidad. Segundo es un concepto. No es la base narrativa de la película.

Posdata 2 y recordatorio para mí.

Cuando hemos tratado mal a las personas no hay otro camino que perdonarnos a nosotros mismos, aprender y seguir.

No nos definen los demás, ni siquiera nuestros padres. Somos nosotros quienes debemos afrontar la vida y formarnos.

No debemos buscar refugios ni maneras de escape ante las dificultades. Lo mejor siempre será afrontarlas con tranquilidad y paciencia.

Deja un comentario