Por Manuel Estévez
El cine comercial francés de los 2000 ha tenido altas y bajas. Algunas divertidas y sentimentales, otros verdaderos bodrios noveleros que han tenido buena aceptación, y hasta versiones hollywoodenses aún más irregulares.
Entre familias de sordomudos y carismáticos ayudantes de discapacitados, la calidad experimenta baches pero la ganancia revienta la taquilla.
Unidos por la música tiene estos estereotipos. Sin embargo, retrata genuina esperanza, conexión humana, aprecio por la vida, apoyo filial y usa la música como herramienta social. Valores que más que tradicionales son importantes en este momento.
La película

Dos hermanos ligados por la casualidad descubren que comparten algo más que la genética. Cada uno de ellos es un genio musical a su estilo.
Las oportunidades de uno y otro han delimitado su rango de acción. Thibaut (Benjamin Lavernhe) es un prestigioso director de orquesta que ha vivido cómodamente. Jimmy (Pierre Lottin) es un humilde trabajador que en sus ratos libres toca como trombonista en la banda de su pueblo.
El músico profesional consagra su vida al estudio y esfuerzo. El aficionado tiene talento innato y oído absoluto pero la precariedad, inconstancia, inseguridad y carácter difícil lo han alejado del camino.
El director
Emmanuel Courcol, experimentado realizador, guionista y actor, escribe y toma las riendas de una historia de clases sociales, amor por la familia y por la vida.
Jimmy es un prodigio que no cree en sí mismo. Le cuesta quererse, interactuar con otras personas y se ve traicionado permanente por su caracter hostil.
Thibaut es paz, orden y amor pero tiene momentos oscuros. Los gestiona mejor que Jimmy pero no le permiten ser el hombre ideal que desea proyectar las 24 horas del día.
Lejos de ser una historia de superación personal, trata de amor por la música, unión y solidaridad. Ahí creo que radica la diferencia.
El audiovisual
Michel Petrossian se luce con un trabajo musical emocionante. Las composiciones de Thibaut suenan contemporáneas, vibrantes y coherentes. Resaltan el carácter de la obra y conmueven.
La música que interpreta la banda suenan correctamente adaptada. Se permite no estar tan brillantemente interpretada, si sonaran peor estaría bien.
La colección de canciones incluye el Concierto para piano 23 de WA Mozart, Les Hibrides por Félix Mendelssohn, la Marcha de Aida de Giuseppe Verdi. En cuanto a lo popular, suenan Aznavour y algunas piezas de jazz. Destaca la adaptación del Bolero de Maurice Ravel rescatando el origen sindical en favor del guión.
El montaje y fotografía están bien concebidos sin ser excepcionales. Un buen ritmo de edición nos mantiene atentos a la acción. Hay oficio en estos apartados.
Las escenas de dirección de orquesta recuerdan a una transmisión televisiva. Son suficientes y bien captadas. Aunque al actor le falta de conocimiento en dirección ritmica.
Los actores
Los dos protagonistas son equilibrados y atractivos. Logran enternecer, lo cual es el objetivo primario.
Thibaut podría haber sido más desarrollado, proponen una rabieta y ya con eso debemos asumir que no es tan perfecto. A Jimmy lo sacan en más luces y sombras, esto permite que conectemos con su historia y entorno.

La experimentada Sarah Suco representa a Sabrina, el interés romántico de Jimmy. En general los secundarios están bien y logran parecer músicos, algo que a veces se ve falso en el cine.
En conclusión
Unidos por la música exalta valores interesantes, está bien actuada, es política, reflexiona sobre el valor de la vida, su musicalización es correcta.
Es una película de sencilla que cuenta una historia contrastada y no requiere mayor profundización. Tiene su cuota de abuso del drama y de hechos fortuitos que favorecen el guión.
Cae en la explotación de personajes tiernos. Una manera poco elegante de capturar la atención y la empatía del público.
Está bien para ir en familia y es muy probable que se convierta en un éxito de la cinematografía francesa en Colombia.
Lo personajes no persiguen la tipica meta de ganar y hacerse famosos. Los triunfos y las derrotas son finitos. Quizás ya somos exitosos y no lo notamos o puede que siendo ganadores estemos estancados.
Estreno abril 3 en salas de cine colombianas.
