Por Manuel Estévez
¿Cómo nos puede enganchar una historia de la que sabemos el desenlace?
Minuciosa, conectada, sorprendente y bien actuada. La serie Paradise nos ofrece ocho capitulos con una profundidad integral de los personajes, sus historias y nos mantienen vilo respecto a su trama.
La historia
Tres años después de una catástrofe climática y política el mundo ha cambiado y se ha hecho inhabitable para el hombre. Cómo es de esperar las personas más ricas del planeta han preparado un refugio que imita un pueblo corriente de EU.
Es una distopia política que no da respiro. Todo el tiempo recibimos información y al no estar contada de una manera lineal nos va dando intensas pistas de lo que realmente sucede.
Comienza con el brutal y enigmático asesinato del máximo líder de esta comunidad: el Presidente de Estados Unidos.

El protagonismo recae sobre el agente de seguridad de mayor confianza de la Casa Blanca. Un padre viudo que tiene la fortuna de haber sido llevado al refugio junto a sus hijos.
Los actores
Sterling K. Brown, candidato Al Oscar por American Fiction, representa al agente Xavier Collins. Un hombre estricto y meticuloso, buen padre, pero con un pasado que le atormenta.
Un personaje impávido y gélido sumamente meticuloso en su trabajo pero amoroso en casa. Gradualmente sus límites serán sobrepasados por las intensas situaciones.
Sarah Shahi es la dra Torabi. Ella seleccionó a la población del refugio e ideó el funcionamiento de este pueblo artificial. Además conoce el record personal de todos los personajes.
Es medianamente idealista y confía plenamente en las decisiones que toma para el bien de la comunidad.
James Marsden, el Ciclope de la saga original de X-Men, representa al malogrado mandatario. Un hombre que lucha por ser común y apartarse del linaje de poder de su familia. Sus ambiciones son más convencionales de lo que se espera de él.
Su muerte es un misterio no resuelto que podría implicar a agentes gubernamentales en una aparente intriga de poderes.
Ve a Collins como su amigo y confidente. Trata de hacer lo correcto para su gente y sin embargo no está en paz consigo mismo. Es el personaje más estable de todos.

Julianne Nicholson, recordada por la Ley y el orden y Monos, interpreta a la agente Sinatra. Una temible mujer quien es el poder detrás del poder. Su historia personal es extremadamente dura y tiene un giro importante.
El tío Billy/Agente Billy Pace (Jon Beavers) es el ingenuo amigo de Sterling. Tiene un inicio torpe dentro de la narración. Un oscuro pasado, detona en un presente complicado.
La agente Robinson (Krys Marshall) es un personaje ambiguo. Juega sus cartas en beneficio propio. Nicole Brydon Bloom como la agente Jane Driscoll, una gamer muy dedicada.
Reflexión
El guionista Dan Fogelman (Cars, Bolt, Estúpido y loco amor), nos confronta con el fin del mundo desde varios puntos de vista. Un aviso sobre los peligros ocultos que acechan a la humanidad y solo los poderosos están alertados del inminente desastre.
La insensata lucha de la cordura y humanidad en contra de los intereses políticos. La locura y paranoia que solo el poder puede desatar. Y la jerarquía de quién merece vivir y quién no.
Dedica capítulos específicos a desentrañar el pasado de los personajes. Nada es lo que parece y nos vemos sorprendidos con las historias de vida descritas. La metamorfosis personal es potente.
La música
La canción Paradise City de Guns and Roses inspiró el título de la serie. Los autores no quisieron ceder los derechos para que suene en la serie.
Incluye una acertada colección de canciones, tomadas de los mixtapes que arma el Presidente.

Adaptaciones brillantes de Another Day In Paradise (Phil Collins), Autobahn (Kraftwerk) y versiones originales de We Built This City (Starship), Here I Go Again (Whitesnakes) o Every Rose Has It’s Torn (Poison), dan un sentido nostálgico y al mismo tiempo narrativo.
Cada canción corresponde a un capítulo y por ejemplo en el caso de Kraftwerk se asigna a un personaje. Es el hijo adolescente del Presidente quien desempolva estos clásicos.
La imagen
La paleta de color está marcada por un tono azul muy penetrante que asfixia y angustia. Son contados los momentos cálidos que ofrece.
La edición y lo continuidad van de la mano. El resultado es una historia agil sin notables fisuras. Se desplaza de forma fácil para evocar eventos del pasado en cuanto se requieren.
En conclusión
Creo que la exitosa Paradise es uno de los mejores seriados de este año. Aunque está enmarcada en la ciencia ficción por los libros de texto, es más un thriller político.
Un producto de alta calidad, con giros de tuerca impactantes. Personajes muy bien construidos y con matices inesperados. Situaciones angustiosas con breves matices de descanso. Un perfecto manejo del tiempo y los detalles del pasado, presente y futuro.
Sus pecados pueden estar en el cierre de esta temporada que resultó acelerado y atropellado frente al ritmo narrativo previo. Es brusco y da al menos para ser desarrollado en dos capítulos.
El Presidente está bastante idealizado y los malos son de manual. Lo interesante radica en la manera como profundizan y dibujan sus vidas.
La confirmación de la segunda temporada parece un gran desafío ya que por lo visto el decorado cambia drásticamente y a ver cómo de la ingenian los guionistas para mantener vivo el universo espacio temporal que han construido.
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