Por Redacción Sono
‘Soy un realizador de películas, un storyteller que utiliza la tecnología y la realidad virtual. Estoy muy feliz de estar en la décima versión de la MUICA».

Selim Harbi destaca por su gran estatura y su sonrisa permanente. Este tunecino ha dedicado su trabajo a la realidad virtual, el storytelling moderno y la búsqueda de historias poderosas para contar.
Es un contador de la historia del norte de África. Un griot moderno que entiende que la realidad provee guiones ideales para el mundo audiovisual.
Hace unos años cubrió la revolución en su país de una manera orgánica. No conocía en ese momento ni las tecnologías pero aún así eso fue importante para consolidar un estilo.
Harbit está en Colombia como invitado de la Muestra Itinerante de Cine Africano impartiendo un laboratorio justamente sobre estas nuevas narrativas.
Ha tenido un paso satisfactorio en lo personal por Buenaventura, Cali y Bogotá. Sus estudiantes se sienten atraídos por su estilo cercano y lo práctico de sus explicaciones.
Cree que aunque la realidad virtual tiene ya un tiempo sigue teniendo una capacidad importante para enganchar a las personas, especialmente a los niños, con historias. No confía en la tecnología como elemento total como lo orgánico debe estar presente en cada una de las narraciones que se efectúan.
La tecnología es un asistente que debe ser controlado y entendido por el ser humano, no simplemente un una respuesta o conclusión. Está sorprendido con la resiliencia y humildad del pueblo colombiano.
Se maravilla con la capacidad intelectual de nuestros creadores. Ve similitudes de este cubrimiento que hizo de la revolución tunecina con el pensamiento crítico que exhiben los artistas colombianos. Le alegra mucho ver un país que se va reconstruyendo con esperanza y paciencia.
La inteligencia artificial y demás innovaciones deben usarse de manera responsable y como un apoyo para el ser humano.
¿Cómo es ser un storyteller moderno?
Ser un storyteller moderno es como ser cualquier juglar. Lo más importante es tener la historia presente y luego la tecnología.
Si contamos la historia adecuada y las herramientas correctas funciona. Si no tenemos la historia, no va a funcionar aunque tengamos la tecnología. Si no tenemos la mente correcta, la tecnología no nos va a proporcionar una.
¿Qué recuerdas de tu cubrimiento de la revolución tunecina?
Hoy en día tenemos mucha asistencia de la tecnología. En la época de Túnez no conocía nada de esto.
Veo muchas similitudes entre las personas del norte de Africa y Latinoamérica. No se tragan entero las cosas y tienen pensamiento crítico.
La realidad virtual ya es un asunto de varios años. ¿Cuál es la magia para que siga enganchado a las personas?
La realidad virtual es fantástica si sabes usarla. Si conoces su gramática, sabes manejarla, escribirla. Es una nueva manera de estar presente, contar una historia y enganchar a quienes nos rodean.
Las nuevas narrativas son simplemente el desarrollo del cine clásico. Es una forma de combinar cine/presentación/videojuego y romper el marco que nos limita en una pantalla.
¿Qué te llevas a tu casa de la gira por Colombia?
La experiencia en Colombia ha sido de lejos muy buena. Pudimos estar en Buenaventura en la cuna de las comunidades afro. Tuvimos un gran paso por Cali con los estudiantes de Univalle y ahora en la Cinemateca de Bogotá. Estoy maravillado con la hospitalidad e intelectualidad de este país.
