Estancia, Narrativas Queer y Gentrificadas

Por Manuel Estévez

El término queer era una manera despectiva de llamar a las personas que no estaban dentro de las normas establecidas.

Actualmente, la comunidad LGTB lo adopta como una denominación respetuosa para personas de du colectivo. En mi concepto, seguramente errado, se puede aplicar igual a personas que quizás no están dentro de lo normativo.

Estancia es un documental queer para mí, no solamente por la presencia de personajes gays sino por la rareza y diferencia que encontramos en el ambiente general de la producción.

La película

Varios hombres mayores conviven arrendados en una casa antigua en Medellín, algunos sin mayor alimento pero siempre con una botella de licor en la mano.

En medio de su desolación recuerdan, se estremecen, envejecen, subsisten y cuidan de sí mismos de la mejor manera que pueden.

La locación

La edificación en sí parece un tributo al hotel de el Resplandor, pero diseñado por el dibujante de lo increíble Mauricius Cornelius Escher.

Hay largos pasajes en los cuales la arquitectura nos habla y los protagonistas dejan de ser los seres humanos.

La casa posee maravillosas entradas de luz, sonidos propios de la madera vieja y además nos habla de un lugar de abolengo venido a menos por el tiempo y la gentrificación, igual a los hombres que la habitan.

La reflexión

El tema gay entre hombres de la tercera edad es raramente tocado en nuestro cine y en general en nuestra sociedad.

Muy pocos se detienen a pensar qué sucede con estos hombres cuando llegan a un momento de enfermedad que les impide valerse por sí mismos y sus compañeros hacen lo posible por ayudarles.

El ambiente lúgubre no nos da respiro, al principio el ritmo es cómico, dicharachero y simpático para ir poco a poco declinando en la medida en que estos hombres también lo hacen.

Se desnudan problemas emocionales, traumas y recuerdos de una juventud que ya nunca regresará.

Creo que es una película bien construida. Posee planos bastante lujosos, que aprovechan de manera sobresaliente el espacio y las historias que los personajes cuentan.

Hay momentos en que se desdibuja esto y contrastamos con planos no tan estéticos en los cuales, claro se busca narrar, pero decaen un poco la calidad técnica de la película.

En un momento reflexioné sobre la orientación de la película. Si era preocupación por los ancianos gays o un llamado en defensa de la familia tradicional y la imperante necesidad de tener hijos. Tuve un lugar de ruptura frente a la película el cual lo dejo s interpretación de los espectadores.

En conclusión

Con todo y esas acotaciones creo que es un documental bien construido, afortunado por haber encontrado este sitio alejado del mundo y lo convencional, publicitado de una manera correcta y dueño de un discurso poderoso.

Muy recomendado trabajo y creo que de lo mejor del año de cine nacional que he visto. Se puede ver en la Cinemateca de Bogotá y hará parte del Ciclo Rosa.

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