Raqa: Crítica de la película sobre el Estado Islámico protagonizada por Álvaro Morte

Por Manuel Estevez

Raqa, espía contra espía es el título de la más reciente película protagonizada por el actor gaditano Álvaro Morte, reconocido por la Casa de papel e Inmaculada. Es una producción internacional de acción, espionaje, política y denuncia.

Raqqa es una ciudad tristemente mencionada por la guerra en Siria y ser la capital de la organización ISIS. El Estado islámico ha sido el azote de la población civil: cerrando colegios, prohibiendo la cultura, generando violencia, destruyendo el legado histórico musulmán y reclutando adeptos alienados en diferentes partes del mundo.

Era una ciudad laica, sede de festivales literarios, acogedora con los visitantes y amante de la música. Ahora luce como un desierto, casi el 50% de sus tierras cultivables están arrasadas. Los museos han sido saqueados y solo se permite poseer textos sobre religión.

La población femenina y diversa han sido puntualmente hostilizadas por estos radicales. Las reclutas internacionales terminan siendo esclavas sexuales y recibiendo brutales maltratos.

¿De qué trata Raqa?

Gerardo Herrero dirige esa coproducción española, marroquí y alemana, inspirada en el libro Vírgenes y Verdugos del exitoso periodista gallego Tomás Barbulo. Este autor se especializa en contar a manera de thriller su visión del lado oscuro del mundo árabe.

El Saharaui (Morte) es un infiltrado de la inteligencia rusa en el estado islámico. Un antihéroe total. Tiene una lista de donantes a la causa de ISIS que le permite negociar la indulgencia de las autoridades con sus actividades ilícitas. Se le asigna la misión de ubicar y eliminar al Jordano, autoridad militar importante.

Malika (Mina El Hammani) es una espía española quién se infiltra como enfermera dentro de la ciudad. Es una experimentada agente con sed de justicia y castigo para esta organización. Su misión también es recopilar información sobre este personaje.

A lo largo de la historia sus caminos en búsqueda del Jordano se van a cruzar. Su humanidad intacta y principios morales van a ser un problema para los dos. Para ambos es imposible no empatizar con las mujeres en esta sociedad brutal y estricta.

Análisis crítico: aciertos y fallos

Tiene una correcta puesta en escena y las actuaciones principales están muy bien. Gran reto hacer una película en tres idiomas. Aunque en algunas líneas parece que los actores no se creyeran la historia. Sus decorados y su estética general tienen momentos en que nos transportan a Siria y otros que parecen el patio de cualquier casa.

Las mujeres son víctimas y las victimarias. Pero observo en ella un punto de vista masculino con personajes extremadamente estereotipados. Si bien la escritura estuvo a cargo de la guionista Irene Zoe Alameda y la música de la compositora Paula Díaz.

Su atmósfera general nos refiere a un telefilme policíaco setentero. Con galán enigmático y damisela que oscila pero se las arregla. El guión tiene vacíos, resulta predecible y soluciona de manera fácil y práctica varios conflictos y problemas de los personajes.

Más allá de lo que considero debilidades, tiene una fotografía decente, momentos bien montados. En general su técnica, salvo unos muy regulares aviones CGI, es correcta. Su escena final busca ser sofisticada y pero termina siendo una caricatura.

Maneja una sutilidad muy acertada. Sugiere más de lo que muestra. Nos deja imaginar sin violentarnos de manera bestial. Aunque es un mundo en donde nadie se salva, solo vemos lo necesario. Nunca conocemos a todos los personajes ni somos omnipresentes.

Es una mirada interna de esta tenebrosa organización y a la arquitectura derruida. Eso es su mayor atractivo. Garantiza una imagen cercana de cómo viven estas personas, sus estructuras jerárquicas y el daño que esta guerra ha hecho a la cuarta ciudad más antigua construida por la humanidad.

Conclusión personal

Nunca voy a dudar del mal proceder del Estado Islámico. Pocos actores intervienen sinceramente de manera frontal en denunciar o hablar acerca de estas tragedias. Por comentarios expresados en varios foros, la película es menos cruda frente al libro. Es una historia que puede manejar un sesgo de algún tipo. Hay factores en juego y estas cosas no suceden si no hay alguien de muy arriba que las permite.

No dejo de pensar que la guerra en Siria y el tema ISIS desaparecieron tras el inicio de la guerra en Ucrania y el aumento del genocidio sionista en Gaza. Nos van presentando estos conflictos como si fuera la parrilla de programación de un canal de TV.

Raqa, espía contra espía funciona más como una aproximación crítica al extremismo, el papel de la mujer y a la devastación siria que como un thriller sólido. Sus virtudes técnicas a penas sostienen un guion irregular. La panorámica de la película invita a reflexionar sobre la instrumentalización mediática de los conflictos. Ofrece una mirada recordatoria sobre un conflicto silenciado.

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