Por Manuel Estévez
La película Noviembre, dirigida por Tomás Corredor, reconstruye desde la ficción histórica la Toma del Palacio de Justicia de 1985. Esta masacre marcó a Colombia por su saldo trágico humano y político.
Dirección: Tomás Corredor. Guion: Tomás Corredor y Jorge Goldenberg. Género: Ficción / Drama histórico / Thriller psicológico. Fotografía: Carlos F. Rossini, Nur Rubio. Montaje: Diana Bustamante, Felipe Guerrero y Bruno Carboni. Duración estimada: 78 minutos. Reparto: Natalia Reyes. Santiago Alarcón, Max Duran, Juan Morales, Jagdy López.
¿Cómo vivimos la Toma en 1985?
Miércoles, 6 de noviembre de 1985. Al llegar a la casa del colegio, el ambiente era tenso. Mi mamá había llamado desde su trabajo en Telecom contando cómo escuchaban los disparos provenientes de la Plaza de Bolívar.
La guerrilla del M-19 había entrado por la fuerza al Palacio de justicia e intercambiaban disparos con el ejército. En la tarde se escuchó el mensaje del magistrado Alfonso Reyes Echandía, presidente de la Corte Suprema de Justicia, rogándole a Belisario Betancur que cesara el fuego. A esto precedió un partido de fútbol por radio y televisión. Los militares arremetieron con armamento pesado.
Eran épocas oscuras en Colombia. Vivíamos bajo la influencia del Plan Cóndor, iniciativa de ultraderecha para detener el avance del socialismo en América Latina. Las guerrillas secuestraban para financiarse y hostigaban a los municipios.
El desenlace de la absurda Toma del Palacio no pudo ser peor. 159 víctimas (dato de la Comisión de la verdad), destrucción de la edificación; además, la retención, tortura y asesinato de guerrilleros, funcionarios y empleados. Era un secreto a voces lo que había sucedido y cómo la Presidencia de la República simplemente se escondió y dio vía libre a los militares.
Los rumores de corredor de la época murmuraban que amenazaron a Betancur con dar un golpe militar si él no les permitía libertad de operación. La aceptación popular del mandatario cayó al suelo.
Alfonso Plazas Vega fue el comandante de la artillería en este cuestionado operativo, recuerdo su foto, subido en un tanque con aires de prócer. Con el paso de los años él y otros oficiales han sido juzgados y condenados por desaparición forzada. Mientras los familiares de magistrados, empleados y guerrilleros clamaban por justicia y verdad.
Los restos de los desaparecidos han aparecido en fosas comunes. Sus artículos personales en instalaciones militares. La nuevas tecnologías han permitido adelantos en la investigación. La persistencia de los familiares ha dado fruto.
¿De qué trata la película Noviembre?

Noviembre (2024), dir. Tomas Corredor
Prod. Burning, PIANO
Colombia, México
Tomás Corredor, vinculado a numerosos trabajos audiovisuales, toma las riendas como director en su primera película. Noviembre nos cuenta la historia de las personas de la cafetería y seguridad del palacio que se refugiaron junto a los guerrilleros sobrevivientes en un baño.
Narra, a manera de ficción histórica, las incidencias, tensiones, dudas y desesperación de quienes estuvieron 27 horas escondidos en un baño. Apela a la claustrofobia. De una manera teatral y bien conducida supone muchas de las acciones que suceden alrededor.
Las actuaciones son creíbles, intensas y destacan por la calidad de todos los intérpretes. Un dedicado trabajo de dirección de actores por parte de Corredor y Manuel Orjuela.
Actuaciones y dirección
Santiago Alarcón (Magistrado Manuel Gaona, de quien se dice salió vivo y luego apareció muerto dentro de los escombros del edificio) y Natalia Reyes (La Mona, única guerrillera sobreviviente a la Toma), encabezan el reparto.
Las explosiones, metrallas y humo se escenificaron con efectos prácticos, que como nos contó el actor Juan Prada (Comandante Andrés Almarales), les irritaban los ojos y ahogaban. Su trabajo personal fue ver muchos documentales sobre su personaje y compartir material con sus compañeros.
Paralelos con la Colombia actual

Existe insatisfacción de algunas personas, sobre todo jóvenes, por la falta de contexto previo que ofrece la película. Pero el desinterés y desconocimiento los hechos de noviembre en la Plaza de Bolívar es una vergüenza en mi opinión.
Si Colombia mirara al retrovisor, esta toma es un resumen de los problemas que la aquejan al país en la actualidad. Medios al servicio de intereses, decisiones políticas cuestionables, teorías conspirativas acomodadas e infortunadas víctimas colaterales.
El M19 pretendía forzar un juicio político al presidente Belisario Betancur por incumplir los acuerdos de paz con esta organización. Tenían un listado victorioso: Vencieron al ejercito en Corinto, se tomaron la Embajada de Costa Rica y robaron las armas del Cantón Norte.
Según Juan Prada, más que ingenuidad era convicción en sus ideales. «Hubo errores por parte de la guerrilla y del ejército. El M-19 venía teniendo algunos éxitos y estaban crecidos. No pensaron que les iba a salir así. La película cuenta cómo se salió de las manos de todos. Ya estás adentro y lo que vale es la vida.» Recalca el actor.
Esta visión se complementa con la estupenda obra de teatro (Miguel Torres, 1994) y posterior película (Klych López, 2015) La siempreviva. La cual se escenifica en un inquilinato del centro de Bogotá donde vive una de las rehenes de la toma. Su familia y vecinos solo se limitan a escuchar y divagar sobre los acontecimientos y el bienestar de esta persona. Ambas historias están pensadas para un solo ambiente.
Noviembre del 85 fue un mes horrible para el país porque una semana después del Palacio se presentó la avalancha que enterró acerca de 25,000 personas en el municipio de Armero. Paradójicamente, este hecho desvío la mirada sobre el Presidente y calmó las aguas con los militares.
Esta era la realidad de Colombia en los años 80. Un país políticamente inestable, profundamente corrupto y con una precariedad estructural importante. A pesar de vivir entre las balas y el fango nunca se preocupó por hacer algo realmente preventivo o humanitario.
Lo triste es que la Colombia actual, mucho más adornada y promocionada en el mundo como un paraíso, sigue teniendo muchos de estos problemas.
«Lo importante es poner el tema nuevamente desde la mesa. Algunos jóvenes saben la historia y otros no. A quienes vivieron esto les va a gustar o no y esto va a generar una discusión. Estamos en una época muy polarizada. Generar diálogo nos muestra las diferencias y nos permite llegar a un lado humano. Es importante que lo debatamos y que por favor no vuelva a ocurrir.» Finaliza Juan Prada.
Estreno en Colombia Octubre 2.
