Reseña de Demon Slayer: El Castillo Infinito – ¿película o temporada comprimida?

Por Manuel Estévez

Título original: Kimetsu no Yaiba: Infinity Castle (鬼滅の刃 無限城編). Título en español: Demon Slayer: El Castillo Infinito. Género: Acción, fantasía oscura, aventura, drama, sobrenatural, shōnen. Origen: JapónBasado en: Manga Kimetsu no Yaiba de Koyoharu Gotouge. Estudio de animación: Ufotable. Director: Haruo Sotozaki. Música: Yūki Kajiura y Go Shiina. Estreno en Colombia: septiembre 11. Idiomas: Japonés (original), doblajes disponibles en español latino e inglés

Demon Slayer, el Castillo infinito, el fenómeno mundial está en salas de cine en Colombia. Las aventuras de Tanjiro y sus amigos componen la película más taquillera de Estados Unidos y gran parte del mundo. Hace rato rompieron las cifras impuestas por estudio Ghibli y se perfilan como el anime más taquillero de la historia.

¿De qué trata Demon Slayer: El Castillo Infinito?

Los seguidores de la serie sabemos que en la última temporada los cazadores fueron arrojados al Castillo infinito y allí deben buscar a un debilitado Muzan Kibutsuji, el máximo líder y creador demonio, pero antes enfrentar a sus ejércitos y guerreros más poderosos llamados lunas.

La narración hace mucho énfasis en el heroísmo por parte de todos los miembros de la compañía de cazadores. Sin importar su fuerza dan siempre lo mejor y se esfuerzan. Desde los soldados rasos hasta los más poderosos llamados pilares.

Lo mejor: animación y banda sonora de Demon Slayer

El inicio de la película es arrollador. Se plantea como los héroes han caído de a uno o dos dentro de este insondable laberinto y cómo destruyen a las huestes enemigas en búsqueda de los guerreros más poderosos. Crea una gran expectativa y emociona mucho.

Las historias están bien construidas, salvo por algunos momentos rebuscados que alargan la acción y generar drama innecesario al estilo telenovela del mediodía. Esto sí que hace daño a la credibilidad de una historia.

Todos los estupendos efectos especiales que vemos en televisión se magnifican en la pantalla grande y tocan las fibras. Preciso para este eterno mundo de callejones, edificios y numerosos niveles. Una estructura con vida propia que cambia y se transforma muy al estilo de los cubos de Hellraiser.

La música es vibrante. Un numetal infernal, dinámico y con toques asiáticos a cargo de la consagrada compositora Yūki Kajiura y Go Shiina. Se conecta con el ritmo trepidante y el resultado es magnífico. Todo bajo la dirección de Haruo Sotozaki, quien también trabajó en la adaptación del manga a la tv.

¿Película o temporada comprimida?

El problema es que el inicio se diluye muy rápido. En dos horas y media terminamos viendo media temporada comprimida, sin compasión por el espectador. Uno de los detalles más destacados de la serie de Demon Slayer es cómo nos muestra el trasfondo de cada guerrero. Usualmente los cazadores se convierten en soldados luego de que los demonios asesinan a su familia o allegados. Los demonios se transforman en villanos despiadados tras sufrir grandes decepciones, tener personalidades frágiles o padecer vidas marcadas por la tragedia.

Esta característica se desvirtúa completamente en la película y no funciona. Los larguísimos flashbacks de cada escena rompen irremediablemente el ritmo narrativo. Los pianos apesadumbrados y la reiteración de situaciones son poco llevaderos para el espectador.

El espectador tranquilamente puede ver esto en su casa. Posee sutiles variaciones de algunos personajes frente a su personalidad previa en la serie pero realmente no llegan a ser una novedad. Decir que esto es una película es atrevido. No tiene un arco dramático definido, se compone de sketches de peleas y sus respectivos flashbacks y además su tratamiento es el de un resumen.

Leí que desean presentar esta película para los premios Oscar pero realmente es un exabrupto. En mi sincera opinión es un producto comercial de entretenimiento, que si bien disfruto, no representa lo que es una película.

Crítica final de Demon Slayer: El Castillo Infinito

Recuerdo el manejo Dragon Ball. Películas por cantidades, de calidad cuestionable muchas, pero películas. Con un arco dramático definido, tres actos y un final. Usualmente contando historias paralelas, pretéritas o futuras dentro del universo de los guerreros Z. Un boom comercial que no respetaba el norte de los formatos. Ese no es el caso de Demon Slayer.

Ojalá muchos aficionados se diviertan, la gran labor de animación sea reconocida y el universo creado por el mangaka Koyoharu Gotouge nos brinde más brillantes aventuras. Los diseños de los demonios más poderosos son realmente aterradores.

Esta serie mezcla de manera divertida la comedia, el gore y el terror pero esta no es la manera en la cual se lleva una historia de manera seria al cine.

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