Por Manuel Estévez

Dirección: Paul Thomas Anderson. Reparto: Leonardo DiCaprio, Sean Penn, Benicio del Toro. Fecha de estreno: 25/09/2025 Género: Thriller, drama, acción Guion: Paul Thomas Anderson (inspirado en ‘Vineland’ de Thomas Pynchon) Duración: 161 minutos.

Paul Thomas Anderson regresa con una declaración de principios. El director californiano había presentado varias películas que quizás no habían contado con la unanimidad en el gusto del público y la crítica. Reúne a un elenco destacado y mete el dedo en la llaga con una actualidad que lastima.

Una batalla tras otra es la historia de un grupo terrorista en Estados Unidos perseguido por por la ley. En la medida que la historia se desarrolla, el rol de los villanos empieza a cambiar de bando.

¿De qué se trata Una batalla tras otra?

Perfidia Beverly Hills (Teyana Taylor) y Bob Ferguson (Leonardo DiCaprio) son dos líderes extremistas de un grupo terrorista. Además, son amantes y combinan los atentados explosivos con el sexo.

Steven J. Lockjaw (Sean Penn), es un militar obsesionado con Perfidia como mujer y con destruir a toda la organización. Queda frustrado ante el rechazo sentimental de la revolucionaria.

Años más tarde, Lockjaw es candidatizado para formar parte de un grupo supremacista de las altas esferas del poder. Esta cúpula no tolera a ninguna etnia diferente a la caucásica norteamericana.

El mismo Coronel Lockjaw dirige una unidad especializada en capturar a inmigrantes ilegales. Con esta excusa propicia un sitio de un pueblo donde vive Ferguson. Su objetivo es borrar cualquier prueba de que alguna vez tuvo una relación interracial.

La referencia con el infame ente cazador de migrantes ICE y organizaciones de derecha como MAGA (Make America Great Again) es directa. Anderson, esposo de la actriz mestiza Maya Rudolph, presenta un tratado sobre la discriminación racial de base.

Resulta escalofriante la cantidad de poder acumulado en estos extremistas y la capacidad que tienen para literalmente hacer lo que les venga en gana con tal de proteger a «América» de la migración y las razas con malos genes.

¿Quiénes actúan en Una batalla tras otra?

Las actuaciones recaen en un elenco bastante parejo y estelar. Un delirante Leonardo DiCaprio interpreta visceralmente a un hombre entre el extremismo ideológico y el amor absoluto por su hija.

Alguien comparaba la actuación de Sean Penn con el icónico papel de Javier Bardem en No Country for Old Man y tiene razón. El doble ganador del Oscar construye a un repulsivo y desequilibrado racista con una manera particular de gesticular y moverse. Personalmente me recuerda al Joker de Head Ledger.

Benicio del Toro aporta lo suyo, como un aguerrido líder de los migrantes latinos e instructor de karate. Regina Hall en su acostumbrada calidad como lideresa remanente de facciones revolucionarias.

La brillante debutante Chase Infiniti nos regala muy creíble papel como la hija de Ferguson. Una adolescente norteamericana típica pero con el chip de la batalla integrado. Nos presenta una gama amplia de sentimientos y emociones.

Música y apartado técnico

Jonny Greenwood, guitarrista de Radiohead, trabaja nuevamente al servicio de Anderson. En esta oportunidad recurre al jazz y la música electroacústica para generar angustia y reforzar la historia.

Me llama la atención una pieza con guitarra acústica en la cual el instrumento está desafinado y genera tensiones y notas disonantes muy notorias.

La vibrante colección de canciones está encabezada por la contracultural The Revolution Will Not Be Televised de Gil Scott-Heron. Un influyente poema musicalizado sobre una base de soul y jazz en 1970.

Tambien suena el clásico American Girl de Tom Petty & The Heartbreakers. Steely Dan, Kendrick Lamar, Los Panchos y Ella Fitzgerald, entre otros, completan esta destacada lista.

La cinematografía es impecable. Planos íntimos y sorpresivos que nos cuentan la historia desde los ojos de la pequeña. Tiene una persecución en auto tan vertiginosa que marea. No recuerdo una tan icónica desde el bosque de Endor en El regreso del Jedi.

Crítica y análisis de Una batalla tras otra

Paul Thomas Anderson ha regresado. Debo confesarles que Licorice Pizza (2021) no me gustó para nada. No vi El hilo invisible (2017) porque no sentía conexión con la historia. Disfruté mucho Vicio inherente (2014), y me sorprende enterarme por estos días que ha sido una película profundamente cuestionada y que a mucha gente no le gusta.

El director de Boogie Nights (1997), The Master (2012) o Petróleo sangriento (2007), se confirma como posiblemente uno de los mejores de su generación. Acá adaptando nuevamente al complejo escritor Tomás Pynchon (Vicio inherente). Se inspira en su novela Vineland (1990).

Nos reitera con libertad creativa cómo no está de acuerdo con lo que está sucediendo en su país. La escalada de supremacismo y la persecución a los migrantes han sobrepasado lo decente hace tiempo.

Su visión es aguda, recurre al humor negro y se sustenta en una técnica exquisita y el poderío de los intérpretes escena tras escena. Incluso navega por estilos cercanos a los de Tarantino, Wes Anderson o los hermanos Coen.

Una batalla tras otra es una gran película, una declaración de principios y un duradero momento de reflexión. Cine político contundente de actualidad.