Por Manuel Estévez
Director y guionista: César Augusto Acevedo Duración: 2h 5m Música: Harry Allouche Fotografía: Mateo Guzmán Reparto: Paulina García Claudio Cataño Carlos Mario Echeverry Victoria Hernández Ángela Cano Año: 2024. País: Colombia-Chile-Francia-Alemania-Luxemburgo
El cine puede llegar a ser tan doloroso como un mal momento de la vida. La película Horizonte cuenta una historia desgarradora de nuestra violencia.

¿Quién es el director de Horizonte?
César Augusto Acevedo (Cali, 1987) deslumbró en el Festival de Cannes con su primera película, La Tierra y la sombra (2015). En esa oportunidad nos brindó un relato cercano a su infancia y las plantaciones de caña. Un negocio en retroceso y una cultura humana desapareciendo.
Luego de una década, nos trae Horizonte. Creo que lo más duro que he visto en mucho tiempo. También es el guionista.
Recorriendo el camino al horizonte
Basilio (Claudio Cataño) llega a buscar a su mamá (Paulina García). Inician una travesía para encontrar al padre del hombre.
A medida que avanzan se van topando con personajes que les reafirman quienes son. La maldad, la culpa y arrepentimiento en una sola línea.
Se nos dilucida la naturaleza violenta de este personaje y su condición de alma en pena. Es como si Akira Kurosawa usara el realismo mágico para realizar una película cercana al terror.
Este mundo paranormal está lleno de víctimas; los victimarios dudan y, lentamente, se reconocen como frágiles.
Las actuaciones de Horizonte
Los personajes tienen un amplio matiz. Basilio navega entre momentos intensos y otros sumamente vulnerables. Es un niño atrapado en una guerra.
El personaje de Inés, su madre representa la cordura y la bondad natural. El trabajo de García es un catalizador y brújula para la obra.
El resto de personajes son herramientas claves para completar este viaje por el tiempo y las emociones.
El ambiente del desolado purgatorio
Técnicamente nos ofrece un trabajo impecable de fotografía (Tomás Guzmán) y colorización. Este paraje desértico y brumoso está lleno de colores azulados y gris plomo.
Acevedo nos brinda su visión del purgatorio y la búsqueda de paz de Basilio.
El sonido es reverberado y aterrador. Ayuda a recrear de manera escalofriante hechos muy sangrientos e inhumanos.
Se convierte en un permanente recordatorio de que estamos en este mundo paranormal. Un laberinto de sonidos de piedras que se descascajan, lamentos profundos y vientos gélidos.
El compositor francés Harry Allauche firma una partitura llena de ocultismo, naturaleza y que contribuye a ambientar la desolación y esa minúscula luz de esperanza que poco a poco se devela.
El dolor, las debilidades y el análisis
Personalmente fui tocado y agredido por la crudeza auténtica del enfoque que da Acevedo a la violencia colombiana. Debí verla en varios visionados porque tiene dos escenas que literalmente me rompieron.
La actitud del realizador es muy valiente. Se sumerge en temas que afectan y duelen. Es como si se torturara para que su obra retrate este dolor visceral que siente.
Horizonte es una contemplativa película de autor. Su ritmo es lento y detallado. Es letárgica y eso juega en su contra frente al gran público. Al mismo tiempo es una historia que se debe seguir de forma milimétrica para ser entendida y valorada.
Hay un par de líneas, sobre todo un monólogo de Cataño, donde se cae en un lenguaje demasiado teatral, aunque en general la dirección de actores es correcta.
Horizonte es una historia de perdón. Su principal virtud radica en el tono surreal y horrible como muestra nuestra guerra civil silenciada, al mismo tiempo lo más difícil de ver.
César Augusto logra consolidar un proyecto redondo, bien realizado, donde no da concesiones con su acostumbrado estilo. Cuenta la historia de cuan fácil es perder la humanidad y lo difícil que es recuperarla.
Está coproducción Colombo Francesa, inauguró el reciente Festival Internacional de Cine por los Derechos Humanos y está en la programación del Festival de Cine Francés.
Agradecimientos a Black Velvet y Proimágines Colombia.
