“No nacimos en un país de metal, pero aquí seguimos”: Yimark

Por Redacción Sono

La bajista, performer y vocalista Yimark lleva más de una década como solista. Tras formar parte de varias bandas de diferentes géneros, su propuesta que está ligada con las artes escénicas y dentro del estilo power metal.

Yimark. Foto tomada de su Facebook.

Paralelamente, Yimark es bajista de Sin Pudor, una agrupación icónica del punk femenino en Bogotá, con dos décadas de historia y dos giras por Europa.

Con dos trabajos musicales publicados, giras internacionales y participación en varios festivales locales con sus performances teatrales; Yimark se ha hecho un nombre dentro de la escena metal bogotana.

Conversamos con ella en el Bogotá Music Market sobre su historia, su trabajo, sus ideales y su forma de entender el metal.

Por lo general se trabaja de forma unilateral. El fervor a los egos y sentirse bien con lo que hace. Pero con el correr el tiempo te das cuenta que es un trabajo colectivo.

Me motiva dejar música para el país, para las chicas que vienen, para las nuevas generaciones.

No estamos en un país donde haya una industria grande del metal, afortunadamente ya nos estamos abriendo, pero no hemos nacido en un país de metal. Tenemos un nicho muy pequeño.

Quiero aportar algo más allá de tener un proyecto musical.

El punk es cultura en Europa. La gente apoya, compra boletas y mercancía porque hace parte de su día a día. Afortunadamente el punk es muy llavería, es un tejido social que construyen.

Así no tengas dinero, de una manera u otra abres espacios si tienes una posición política y eres correcto. La autogestión nace de esta forma de pensar, que pocos ven, pero en Europa se valora. Se trata de conectar con quién debes.

Yimark con Sin Pudor en Rock al parque 2025. Foto por Gina Navarro.

Desde que salí como solista en el año 2011 empecé a construir canción por canción, sencillo por sencillo; tenía una idea clara: no quería algo simplemente musical.

Ya me identifican y entienden los requisitos técnicos para ejecutar mi show. Es lindo crear marca y brindar esa fusión de artes.

La mujer ha sido desdibujada desde siglos atrás. Desde las épocas de Leonardo da Vinci la mujer ha sido puesta en un segundo plano. Nos ha tocado abrir los espacios a la brava.

Todo está masculinizado, acaparado por la fuerza del hombre que es tan importante. No han entendido que no importa si eres hombre o mujer. Si te pones de acuerdo todo fluye.

Cuando empecé con mi primera banda, en el 97 o 98, era menor de edad. Siempre abríamos tarima en los bares porque era la banda con la menor de edad.

Comencé tocando black metal, en una época donde no había casi mujeres tocando. Siento que cuando se tiene algo auténtico, las ganas y algo para ofrecer al mundo; los caminos se te abren.

Sé que el mundo está patas arriba, pero también que hay pelados que han cambiado el chip. Esta idea de fijarse en el talento propio y ver cómo se puede cambiar al mundo, ha revolucionado a estos tiempos.

Unir al mundo virtual y el mundo físico fue muy necesario para mí. Hay que saber aprovechar la tecnología. No tuvimos un Black Sabbath o un Led Zeppelin en nuestro país, pero las redes sociales han aportado un montón de cosas que hay que aprovechar positivamente.

Me han escuchado hasta en el Polo Norte a través de un link ¿cómo no lo vas a aprovechar? Lo difícil es la gestión para llegar a Holanda a tocar en vivo. Hay que entender que los tiempos han cambiado.

Total. No solo la música, las artes en general.

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