Rock al parque 2011

Fobia en Rock al parque 2011. Fotografía Manuel Estévez
Alfonso Espriella en Rock al Parque 2011. Fotografía Manuel Estévez

Por Manuel Estévez

Luego de una semana son muchas cosas las que se han dicho en buenos y malos términos. Yo tengo mis propios conceptos, más que un balance o una postura paquidérmica, es una crítica constructiva de lo que creo debería ser el futuro de este festival y su función social.
Las tarimas estuvieron muy bien, el trabajo de luces y escena se logró muy bien, las salas de prensa estuvieron impecables y muy cómodas. La Rueda de Negocios fue una estupenda posibilidad para todos y las alianzas e intercambios con organizaciones internacionales han mejorado mucho las posibilidades para los artistas. Las actividades extras con periodistas e invitados también brindaron la posibilidad de acercar a las distintas disciplinas que se congregan alrededor de la música.
El sonido estuvo irregular y el trabajo del stage fue regular como en la presentación de BLK JKS cuando el micrófono del bombo estuvo en corto toda la presentación y nadie hizo nada. La Carpa Distrito Rock podría ser más aprovechada y se podrían hacer muchas actividades, como se hizo hace unos años con toques y conferencias que le darían un valor agregado. Y no entiendo porque no hay restaurantes decentes dentro del parque ¿los rockeros no almuerzan?

En cuanto al cartel, se evidencia que somos amigos de lo conocido y poco abiertos a lo nuevo, aun me da escalofrío recordar la desafortunada presentación de Dead Kennedys, o esa banda que vino diciendo que eran ellos, y contrastarla con propuestas como la sudafricana o la mexicana que no tuvieron tanto bombo y fueron excelentes. Rock al Parque cada vez busca ser más internacional, lo cual lo puede alejar de la premisa original de apoyar nuevas propuestas en lo local, parece cada vez más Glastonbury y ojo con la variedad de estilos que después no nos vengan a decir que Pipe Bueno le da pluralidad a la programación.
Soy partidario de que se cobre un precio pequeño por la entrada, haciendo consciente a la gente y al músico del valor de su trabajo, dando además la posibilidad de auto sostenimiento al evento en sí. Creo que un fin de semana al año es muy poco, hay que trabajar con un proceso que dure el año entero, generando escena, abriendo espacios y formando músicos más capaces y conscientes, no se trata de llenar el parque para el cierre sino de generar lugares de convivencia verdaderos y duraderos.

Un comentario

  1. Estoy de acuerdo con los comentarios, son muy objetivas las apreciaciones acerca del evento, hay que llamar a las cosas por su nombre y aqui se ha hablado de lo bueno del desarrollo de este espacio, pero también se ha comentado de lo que no debería pasar. Igualmente, estuve viendo videos de la presentación de BLK JKS y me parecieron de lo mejor que se llevó a Rock Al Parque.

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