Por Manuel Estévez

Hace unos años Carlos Antonio Vélez entrevistó al estelar atacante ucraniano Andriy Shevchenco. Cuando le preguntó su opinión sobre Faustino Asprilla, Sheva respondió: “ustedes no saben lo que tienen”. Asprilla ubicado en el puesto 60 de los mejores jugadores en la historia de la Serie A, cayó víctima de lesiones, escándalos e indisciplina y cerró su carrera de manera muy callada.

Joe Madrid, fue un excelso pianista colombiano arreglista e intérprete de orquestas como las de Pacho Galán, Stan Kenton, Aretha Franklin, Mongo Santamaría, Ray Barreto y James Brown. En Colombia fue  director y pianista, entre muchas orquestas más, de la legendaria pero breve Colombia All Stars en la cual trabajó con Fruko, Jimmy Salcedo, Gabriel Rondón, Juan Piña, Joe Arroyo, por sólo citar unos nombres de lo más selecto de la música tropical colombiana de los años setenta.

Algún prestigioso jazzista dijo del maestro Joe: “Ustedes no saben lo que tienen”.  Joe o Fernando, como lo llamaba cariñosamente el papá de mi mejor amigo, compañero suyo del colegio, sucumbió ante la fama y terminó hace poco más de un lustro su paso por este mundo, tocando en sitios locales y en delicado estado de salud. Conocí su interpretación en la primera edición de Jazz al Parque y lo vi por vez última en un bar de salsa de la 82, poco antes de su muerte. Esa noche interpretó un repertorio en el cual se podían apreciar destellos de su gran calidad, pero que conforme pasaba la noche y el licor se adueñaba de la situación se apagaban.

Estoy muy triste por la muerte del maestro Gentil Montaña, a quien siquiera le han dedicado un espacio decente en los medios nacionales masivos. El Joe no tiene la culpa de haberse muerto mientras hacían su vida en telenovela. La muerte de Gentil Montaña es para la música culta un golpe tan duro como lo fue para la música tropical la muerte de Arroyo. El maestro Montaña fue una persona juiciosa, ordenada, culta, montó su escuela de música y adaptó de forma consagrada los aires colombianos a su genial guitarra, además de interpretaciones propias del clasicismo. Murió en muy malas condiciones de salud pero en su casa y rodeado de su familia, quienes ahora perpetuarán su legado. Seguramente por eso nadie dijo “ustedes no saben lo que tienen”.