La Suprema, a dos horas del glamur

Por Manuel Estévez

@Sonoadicto

La Suprema es un poblado que no aparece en el mapa. Un película homónima busca darles al menos eso. Gran comedia de denuncia. Un grupo de periodistas asistentes al Festival de cine de Cartagena (FICCI) somos invitados a la premier con la comunidad.

Por Manuel Estévez

@sonoadicto

Llegar a la Suprema no es dificil. Se toma la salida que conduce por la Transversal del Caribe. Es una vía perfectamente pavimentada y concurrida. Luego se toma un desvío de unos minutos por una vía destapada pero en condiciones muy buenas. Tras unos 70 kilometros de ruta se llega al destino. Alrededor de dos horas si incluimos el trancón y la parada al baño y para tomar algo.

Este centro poblado está en la jurisdicción de María La Baja, un municipio cuyo himno reza: «Cimarrones llegaron de Cartagena acosados por el gran reino español». A dos horas del glamur de Cartagena encontramos esta tierra con cierta influencia de grupo armados al margen de la ley, problemas de corrupción y servicios públicos precarios de electricidad y agua.

Al llegar se siente inmediatamente el ambiente de fiesta. La comunidad se va a ver. Es la premier de la película homónima a su poblado. En la que durante meses fueron figurantes, extras, asistentes, contadores y cocineros. Pasan las seis de la tarde y ya cae la noche. Vinimos en dos buses y el segundo está retrasado.

Es lo suficientemente oscuro para que nos indiquen con cuidado el paso de un pequeño puente sobre el caño que que bordea la vereda. Hago todo lo posible para no sentirme o irradiar ese despreciable rol del «blanco salvador», de algunos documentalistas y personajes con ínfulas monárquicas al visitar estas localidades e interactuar con las personas.

Son muy amables, se siente la expectativa, sin embargo es contenida. La localidad no tiene agua ni vías pavimentadas. Ocupa alrededor de 6 cuadras atravesadas por una via y un parque. Destacan dos tiendas, una a la entrada, otra al fondo que se definen por ser las luces más fuertes que nos iluminan.

Hay una mesa decorada llena de frutas frescas, tradicionales ollas de barro y una gran palangana de bolitas de maíz con caramelo llamadas alegrías, muy presentes en la película. Están dispuestas para acompañar la función. Ya está todo dado pero debemos esperar al resto de la comitiva. Mi celular está muy bajito de batería y voy a la tienda del fondo a buscar un enchufe.

Don Luis Carvallo, quien luego sería vocero de la comunidad, me atiende muy amablemente y conecta mi teléfono dentro de la casa. Pido un Coca cola y me dan una Cola Bacana, me doy cuenta por el sabor pero no es problema beberla. Solo me tomó desprevenido. Es un alerta insignificante de que estoy en otro mundo.

De pronto un rostro conocido. Sandra Padilla, amiga y compañera de estudio, resulta ser productora en línea de la película. No me reconoce al principio y luego nos reimos un rato por la confusión. Me cuenta cosas bonitas y me orienta en ciertas cosas.

Con el hype arriba empieza la función. Es difícil describir la emoción de algunos. Se están viendo en el cine. Sus casas, sus campos, sus vecinos, una pantalla los muestra. Los pajaritos de la tienda de don Luis, la canción de la maestra Pabla, el puentecito, lo bueno, lo malo. Lo que el Gobierno se niega a ver y también por lo que los políticos sacan pecho en época electoral.

Luego algunas cortas pero emotivas palabras por parte primero del sr Luis. Quien recalca la importancia de tener agua potable y lo que representa la película para ellos como comunidad.

Luis Carvallo, habitante de la Suprema.

Elizabeth Martínez, protagonista de La Suprema, habla muy emocionada sobre la visibilizacion que la película brinda al corregimiento de la Suprema. Además las forma en que esta experiencia cambia su vida.

Elizabeth Martínez protagonista de la Suprema.

La maestra de bullerengue Pabla Flores, quien representa a la abuela de Laureana en la película. Se expresa de manera muy bonita acerca de la comunidad, su amor, sus casas de bareque y todo lo bonito que puede enumerar sobre esta región.

Pabla Flores, cantante y actriz.

Luego viene la entrevista con Felipe Holguín, director de La Suprema, un hombre claro con muy buena experiencia en el audiovisual: cortometrajes y videoclips. La hacemos en el frente una casa con una luz que solo permite ver claramente media cara y un cartel de la película de fondo. Pegado a la superficie de bareque.

Este es su primer largo y la verdad lo hace bien. Un guión sólido, actuaciones equilibradas y mucha chispa en la historia de Laureana que quiere ser boxeadora y además lograr que su pueblo, sin servicio de electricidad ni acceso a un aparato de tv, vea la pelea por el título mundial donde su tío hace las veces de retador.

Vea la entrevista con Felipe Holguín y lea nuestra reseña sobre La Suprema.

Felipe y Tere Gaviria (su socia y productora), encabezan la productora Cumbia films. Este proyecto fílmico cuenta con apoyos de diferentes convocatorias, recursos propios, un crowfounding y se apoya en la Ley 814 del cine. Es el resultado de un rodaje realizado en el año 2022.

Tere Gaviria (productora), izquierda.

Luego nos sirven una deliciosa comida con un sabor totalmente local y una adición de amor impresionante. Chicharrones carnudos muy bien sazonados y una yuca que se derrite al contacto con la boca. Los acompañantes son queso y un hogao con berenjena maravilloso. Creo que la mejor vianda que como durante todo el FICCI. La chef de la noche no es otra que Miriam Negrete, la mamá de Elizabeth, la actriz protagonista, quien fue pieza fundamental en la alimentación también durante el rodaje. Envidia con el equipo, la señora cocina delicioso.

La comida más rica del FICCI.

Sandra Padilla me dice que no puedo irme sin hablar con Paola. Que trabaja en la peli y ahora tiene un puesto en una empresa gracias a la experiencia que gana con la producción. Se ha encargado de llevar las cuentas de la comida durante el rodaje.

Los buses están esperando y Paola no aparece. Sandra pregunta y alguien responde que está por ahí atrás. Luego de la busqueda me encuentro con una mujer sensible, convencida y muy orgullosa de su crecimiento como persona y su labor.

Su trabajo no fue del todo sencillo, hubo algunos errores por falta de experiencia y un amago de renuncia. Paola de la mano de Sandra recompuso el camino, perfeccionó el uso de Excel y aprendió a interpretar los documentos contables electrónicos. Con esta experiencia encontró trabajo en el almacén Isimo de Maria la baja.

Paola Nisperuza, habitante de la Suprema.

Al caminar al transporte vamos con don Miguel Ángel Fontalvo, actor natural que representa al cascarrabias y negativo Celestino. Un gran papel, muy divertido, con chispa y naturalidad. Es imposible no felicitarlo por su desempeño y la respuesta amable y franca enamora aún más del personaje. Falta esa entrevista.

Don Miguel Fontalvo, actor de La Suprema (derecha).

Esa noche me espera la fiesta en el hostal Fénix, emprendimiento exitoso de la actriz Natalia Reyes y su pareja. Para llegar debo tomar una lancha en el puerto de Cartagena. En una noche comparto las dos caras de la moneda del FICCI. Siempre el trabajo con la gente le ha dado sentido a todo esto que hago.

La película se rodó en 2022. La producción no tuvo ningún inconveniente con temas de seguridad. Una zona aledaña se convirtió en un lugar de fiesta donde la champeta reventaba a todo volumen por los picós.

Actualmente estos establecimientos están cerrados. La música y el baile cambiaron por el sigilo y unas veladas denuncias de amenazas. La sombra de la violencia se asoma lentamente.

La Suprema vive, existe, llora y ríe. No se amilana por vivir cerca a una ciénaga y no tener agua al abrir el grifo. No se calla a la hora de contar su vida frente a una cámara. Ve la vida con esperanza y sabe que nada es perfecto o completo. Viven su vida enseñándonos lo valioso. Todo a dos horas del glamur.

La favorita del público en el FICCI, estará en carteleras nacionales desde el 2 de mayo.

Fotografías cortesía Cumbia Films.

Foto fija cortesía Kike Bossa.

Sandra Padilla.

Agradecimientos

Litza Alarcón

Cineplex Colombia

Sandra Padilla de la Ossa (Revisión de texto).

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