Riffs de la mediana edad

Por Manuel Estévez
@Sonoadicto


Una cosa es ser de mediana edad y otra muy diferente de la edad media.

Cada vez estamos más lejos de ser el héroe en su viaje y nos acercamos más al mentor. Cada vez soy más Obi-wan Kenobi que Luke Skywalker. De una conversación con un Gina Navarro sobre la validez de seguir siendo rockero (palabra horrible de burócrata para cualquiera despelucado que porta chamarra y hace cuernitos). Después de una variable edad las actitudes cambian, las fuerzas fallan, las ideales se tornan grises y siendo claros: nuestros gelatinosos torsos ya no son atractivos para las jovencitas.

Me animé a escribir ese artículo ya que Gina, además, me hizo llegar un artículo donde explicaba que ya superamos la edad del artillero camerunés Roger Mila cuando sacó a Colombia de Italia 90 con el error compartido entre Higuita y Perea. Pienso en algo que ha motivado también que vuelva a ser un músico a mis casi 50 años punto como publicidad política pagada pues estoy a punto de presentar el primer Extended Play de Chivato, banda con la que vengo trabajando hace un par de años y que por pandemias, problemas personales, viajes, un montón de cosas se había venido postergando de manera asombrosa.

Debo confesar que bandas como Idles, Viagra boys o Soul glo me hace sentir empoderado como hombre de mediana edad para conformar un proyecto de música ‘juvenil’ apto y capaz de generar algún tipo de innovación.

Comentamos con mi amigo Juan Manuel Eslava acerca de la supuesta negativa de Brian Molko y Stefan Oldsal a que la presentación de Placebo fuera transmitida por por Canal Capital durante el pasado Estereo Picnic. Juan Manuel dice algo muy válido, Placebo no es una banda que viva del pasado es una banda que siente que todavía tiene cosas para decir y eso es muy valioso. Nada que ver con la actitud de Blink 182, The Offspring o de Limp Bizkit quienes descarada y descarnadamente viven de lo que fueron sus éxitos de hace más de 10 años. No los critico, cada uno verá.

El ejemplo más anticlimático de madurez deben ser los Rolling Stone, unos señores millonarios con ínfulas de aristócratas y que si bien exhiben un físico envidiable para sus 80 años termina por ser una banda mainstream que ha vivido de los 60s durante 60 años y uno que otro y ocasional éxito verdadero. Permaneciendo en el imaginario popular más por su vitalidad, fertilidad y excentricidades que por su música, la cual hace mucho dejó de ser original.

Ya el festival Coachella mostró las dos caras de la moneda. Una presentación para el olvido de los británicos Blur y otra mágica y de cuento de hadas para los californianos No Doubt. La impotencia del frontman Damon Albarn al no obtener una respuesta ni medianamente decente del público. Dos bandas en sus cincuenta que vieron sus mejores exitos en la década de los 90s. Unos con mejor presente que otros.

La música de artistas como James Murphy (LCD Soundsystem), David Bowie o Bjork se han mantenido en el gusto de varias generaciones por su exploración de sonidos, curiosidad y el no temer acercarse a músicos de vanguardia mas jóvenes. Casos nada despreciables, si pensamos en la cantidad de proyectos que han naufragado a la primera señal de hueco generacional, o que simplemente no han podido asumir dignamente su edad. En mi concepto Madonna encabeza esta lista. El mundo de la música puede ser muy cruel, incluso con las grandes estrellas.

Tener una banda emergente de hardcore, punk o experimentación no es exclusivo de de la juventud. Bajo estos parámetros, los músicos mayores aún podemos dar cosas valiosa, personalmente siento que escucho y entiendo la manera de forma diferente ahora. Estoy seguro que la clave del éxito es el comprender esto cuando uno es joven, los genios son quienes no tienen que esperar a los 50 años para comprender la música de cierta manera. Los mortales llegamos a estas edades con los sueños intactos pero el miedo a que nuestra expresión artística no sea bien recibida.

Hoy en día mi deseo más grande es expresarme ni siquiera es tener dinero o cautivar mujeres. Quiero expresarme, quiero ser, deseo fervientemente darle rienda suelta a mi creatividad sin que esto luzca como una crisis de la mediana edad, espero que no lo sea. Ruego que no sea lo mismo comprar una guitarra de edición limitada que un Ferrari para perseguir quinceañeras. Larga vida a quienes han decidido tener una larga vida.

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